Además de las miles de razones que ya hay para quitarle a la hidra monopólica TELEVISA la concesión para poder operar en México que la ha dado un poder imperial superior al que ejerce el mismo Congreso de la Unión, además de la imperiosa necesidad de tener que someter a sus dueños y principales accionistas a juicio público por el delito de traición a la Patria, del exterior continuan llegando nuevas razones como las siguientes por las cuales esta vil empresa no merece siquiera una milésima de conmiseración:

Líder de pseudoperiodistas estuvo en Costa Rica 3 veces
Notimex/EFE
28 de agosto del 2012

La jefa del grupo de presuntos narcos mexicanos detenidos en Nicaragua, Raquel Alatorre, estuvo tres veces este año en Costa Rica, habiendo ingresado y salido por la frontera norte, informó ayer la costarricense Radio ADN.

En cada caso, Alatorre cruzó la frontera por el noroccidental puesto de Peñas Blancas, en el límite con Nicaragua, a unos 311 kilómetros al noroeste de aquí, y su estadía en Costa Rica fue, en promedio, de una semana, indicó la emisora, en su espacio informativo ADN Noticias.

Detalló que, según los registros migratorios en su poder, Alatorre ingresó el 6 de febrero, el 19 de marzo y el 7 de junio pasados, mientras que las salidas respectivas se dieron en promedio una semana después.

“La mujer es señalada por la policía de Nicaragua como la líder de los 18 mexicanos que la semana pasada ingresaron a ese país en vehículos rotulados con logos de Televisa”, puntualizó.

En esos vehículos, “las autoridades decomisaron nueve millones de dólares cuyo destino era Costa Rica”, aseguró.

Agregó, que de acuerdo con el diario local La Nación, 14 de los 18 presuntos narcos mexicanos detenidos en Nicaragua estuvieron en Costa Rica en diversas ocasiones, e ingresaron aquí por las fronteras de Peñas Blancas, en el norte, y Sixaola, en el sur”, agregó.

Periodista: 5 si trabajan en Televisa

Al menos cinco de los 18 mexicanos detenidos en Nicaragua acusados de pertenecer al crimen organizado sí pertenecen a la empresa Televisa, sostiene el periodista Oscar Merlo en su sitio electrónico El Cronista Digital.

En el texto titulado “¡Son de Televisa!”, que fue leído ayer en la Primera Emisión de Noticias MVS con la periodista Carmen Aristegui, el columnista nicaragüense señala que Raquel Alatorre Correa, prima de prima de Javier Alatorre, el titular del noticiero estelar de Televisión Azteca “Hechos”, y al menos tres o cuatro de los detenidos sí son trabajadores de Televisa.

Según una fuente de Merlo, “algunos de ellos declararon aquí que son empleados de Televisa, lo que fue confirmado por autoridades mexicanas que dicen investigarán a dicha empresa, pese al indudable poder que tiene dentro de la sociedad de ese país”.

Pero según estimó su fuente, será difícil que las autoridades investiguen el caso por el poderío de Televisa y su propietario, Emilio Azcárraga Jean, que han negado relación laboral con los detenidos.

El periodista centroamericano destaca que cuando Alatorre Correa fue presentada a la prensa, pidió ser juzgada en Nicaragua, para no causar problemas a su familia en México.

Refiere que Raquel tiene influencia en la empresa donde trabaja, toda vez que es familiar de Javier Alatorre Soria, “uno de los dandis de TV Azteca, la empresa de televisión que fue rival de Televisa durante muchos años hasta que en 2011 entraron en alianzas en el negocio de la venta de servicios a través de celulares”.

De acuerdo con Merlo, su informante le confirmó que “nada es falso en las seis Van (donde viajaban los presuntos criminales), los logos, los equipos, todo es de Televisa”.

Oscar Merlo advierte que “es efectivamente un convoy de vehículos de la empresa televisora mexicana con gente ligada al narcotráfico internacional que ha incursionado legalmente en varias ocasiones a Nicaragua y otros países de la región”.

Veamos otra nota al respecto:

Detenidos en Nicaragua sí son de Televisa, afirma periodista
TERRA
28 de agosto del 2012

Entre más información tenemos más confundidos quedamos. La balacera del 24 de agosto en Tres Marías parece subrayar todo lo que está mal en la estrategia gubernamental para combatir el narco.

Dos agentes estadounidenses vestidos de civil acreditados como diplomáticos se trasladaban en una camioneta blindada con placas de la Secretaría de Relaciones Exteriores por la carretera Tres Marías-Huitzilac. La camioneta era conducida por un “elemento” de la Armada que sería identificado como capitán por fuentes de la Embajada estadounidense. El vehículo fue atacado a tiros. Los atacantes, que utilizaban varios vehículos, persiguieron la camioneta durante varios kilómetros. El blindaje salvó la vida a los ocupantes.

Primero la Embajada no reveló ni los nombres ni los cargos de los agentes. Fuentes de la Secretaría de Marina los identificaron como “capacitadores”. La Embajada sólo dijo que eran “empleados” de la legación. Al parecer se dirigían a un campo de tiro de la Secretaría de Marina en El Capulín, municipio de Xalatlaco.

Preguntas: ¿A qué institución pertenecen los “capacitadores”? ¿A la DEA? Nadie lo reporta oficialmente. Un reportaje de La Jornada afirma que fuentes cercanas a la investigación los señalan como agentes de la CIA. ¿Acepta el gobierno mexicano la presencia de agentes de la CIA en nuestro país? ¿Cuál es su función? ¿Necesitamos capacitadores de tiro extranjeros en México? ¿Por qué hay una instalación de la Marina en los cerros de Xalatlaco? ¿Vigila las lagunas de Zempoala? ¿Por qué un capitán de la Marina actúa como chofer de dos agentes estadounidenses?

Un comunicado de Marina y la Secretaría de Seguridad Pública reconoce que los elementos que dispararon contra la camioneta pertenecen la Policía Federal, la cual “se encontraba en la zona realizado labores de persecución del delito”. Sólo que los policías estaban sin uniforme y utilizaban vehículos sin insignias oficiales.

Doce policías federales han sido arraigados. Se les acusa solamente de abuso de autoridad, lo cual haría ilegal el arraigo que sólo puede concederse en casos de delincuencia organizada. Los policías afirman que le marcaron el alto a la camioneta; pero que ésta, lejos de detenerse, emprendió la huida por lo que tuvieron que perseguirla.

No es clara la razón de la presencia de los “capacitadores” estadounidenses ni la legalidad de la actuación de los policías federales. Lo que es claro es que el ataque ha generado atención por parte de las autoridades sólo porque los agredidos son agentes estadounidenses.

Muchos inocentes han sido baleados por policías federales, soldados o marinos sin que nadie se preocupe. Ahí están los casos de Patricia Terroba, acribillada por elementos de la Marina en diciembre de 2009 a las afueras de Cuernavaca, y el de los niños Martín y Bryan Almanza Salazar, ejecutados por soldados en la carretera Reynosa-Nuevo Laredo de Tamaulipas.

¿Actuaban de buena fe los policías federales que le marcaron el alto a la camioneta diplomática? El chofer marino ciertamente no lo pensó y por eso trató de escapar. No había forma de identificarlos pese a la obligación legal de los policías preventivos de usar uniformes. No puedo culpar al marino y a los agentes estadounidenses por no haberse detenido.

El episodio de Tres Marías nos revela una vez más la turbiedad de las aguas en que se mueve la cruzada contra el narco. Todos los participantes violan la ley y todos ocultan información. Los civiles no tenemos forma de saber quiénes son los buenos y quiénes los malos. Pero las balas de unos matan igual que las de los otros.

La policía de Nicaragua tiene una interrogante a la cual aún no ha podido encontrar respuesta: ¿por qué en México, en donde las camionetas tipo van de TELEVISA circulan libremente a lo largo y a lo ancho del territorio nacional, jamás se les ha encontrado, o mejor dicho, jamás se les ha buscado, droga como la que les fue encontrada en Nicaragua, estando fuera de México? De lo que sí están absolutamente convencidos es que cada vez que ingrese a territorio nicaragüense vehículo alguno de TELEVISA dicho vehículo será puesto bajo sospecha y revisado a fondo, e inclusive le están haciendo la misma recomendación a las policías de otros países centroamericanos y sudamericanos. Existe además la ahora bien fundada sospecha de que tanto el atentado que tuvo lugar en contra de TELEVISA en Monterrey como el atentado que tuvo lugar en contra de TELEVISA en Tamaulipas no tuvo absolutamente nada que ver con un atentado a la libertad de prensa y la libertad de expresión, sino que es algo que tiene que ver con el involucramiento de gente de esta empresa en cuestiones ligadas al lucrativo negocio del narcotráfico y las rivalidades que se dan entre los grupos de la delincuencia organizada cuando están en competencia por el mercado.

A la luz de los hechos, a los dueños y accionistas de la voraz empresa depredadora parece que ya no les basta con las carretadas de dinero que les están entrando a los bolsillos cada minuto del día por el monopolio informático que ejerce TELEVISA, por lo visto ya enloquecieron y necesitan más, más, mucho más, se trata ya de un caso patológico, un caso clínico sin paralelo en las historias documentadas de enfermedades mentales, se trata de un caso que sólo se pudo haber dado en un país como México en una época funesta y gris en la que el país fue gobernado por la derecha ultraconservadora.

Naturalmente, el peor lugar para obtener información confiable al respecto era obviamente la misma TELEVISA, cuyos conductores de noticieros y “formadores de opinión” se encargaron de “santificar” a la empresa. Al principio, el junior de TELEVISA Emilio Azcárraga Jean y sus voceros negaron terminantemente casi jurándolo sobre la misma Biblia que los detenidos fueran empleados de TELEVISA, emitiendo un más que cínico boletín oficial que en su parte medular negó cualquier relación laboral con los detenidos y con las unidades móviles afirmando: “Ninguno de los detenidos ha trabajado en Grupo Televisa y los vehículos confiscados no han formado parte de nuestro parque vehicular. Por su parte, Noticieros Televisa no cuenta con corresponsal alguno en este país”, a lo cual se le dió amplia publicidad en los espacios desinformativos del pulpo manipulador de opiniones y conciencias, tras lo cual la empresa dirigida por Azcárraga Jean advirtió que presentaría un deslinde formal ante la PGR. Sin embargo, ante el peso de las evidencias, ante lo obvio, los noticieros y los comentaristas del pulpo se dedicaron a hacer mutis minimizando los hechos (por ejemplo, en El Noticiero del mediodía transmitido 29 de agosto del 2012 la conductora Dolores Ayala mejor conocida como Lolita Ayala no mencionó nada en lo absoluto acerca de los narcoperiodistas de TELEVISA detenidos en Nicaragua). Esta hubiera sido una muy buena oportunidad para que personal de TELEVISA como Joaquín López-Dóriga, Carlos Marín, Lolita Ayala, o cualquier otro de sus desinformadores profesionales le hubiera llevado la renuncia al junior de TELEVISA diciéndole: “señor, mi integridad como periodista y mi dignidad como mexicano me impide seguir formando parte de una empresa que no sólo desinforma y manipula a la opinión pública sino que además solapa actividades propias del narcotráfico y la delincuencia organizada”, aunque como era de esperarse no renunció ninguno de estos anquilosados desinformadores al carecer de conciencia y amor a México. En cualquier otro país, como Venezuela, los hechos ocurridos en Nicaragua habrían sido motivo más que suficiente para retirarles la licencia para operar a los dueños y accionistas de TELEVISA para proceder cuanto antes a echarlos a la cárcel por la cada vez más amplia lista de delitos que se les han ido acumulando. Pero ello no ocurre en México, en donde la monstruosa propaganda de encubrimiento radiada de mil maneras por TELEVISA se encarga de crear realidades alternas que nada tienen que ver con la realidad real. Después de todo, si ya se creen con el poder suficiente para ser un factor decisivo en las elecciones presidenciales, ¿por qué razón no habrían de sentirse lo suficientemente poderosos como para hacerse el favor a ellos mismos en estos tiempos de crisis?

Como un desmentido a las negaciones primero y al silencio absoluto posterior de los comentaristas y conductores de los noticieros de TELEVISA, apareció posteriormente lo siguiente, por si hacía falta confirmación de lo que todo mundo ya sabe:

Nicaragua, Televisa y la caravana de la coca
Roberto Fonseca, Homero Campa y Raúl Monge
Reportaje Especial
Revista PROCESO # 1871
13 de septiembre del 2012

Televisa negó tener relación alguna con los 18 mexicanos detenidos en Nicaragua y rechazó que le pertenecieran las camionetas con su logotipo que transportaban 9.2 millones de dólares por el país centroamericano. Sin embargo, en el padrón vehicular de la Ciudad de México una de las camionetas está registrada a nombre de la televisora. La policía nicaragüense encontró que este vehículo tenía compartimentos ocultos en los que había fajos de billetes con rastros de cocaína. Con base en ello, el juez de la causa –que investiga a los mexicanos por lavado de dinero y delincuencia organizada– incorporó un nuevo delito en su contra: tráfico internacional de estupefacientes.

 Televisa es propietaria de al menos una de las seis camionetas Chevrolet tipo Van que la Policía Nacional de Nicaragua decomisó el lunes 20 de agosto a 18 mexicanos acusados en ese país de lavado de dinero, delincuencia organizada y tráfico internacional de estupefacientes.

De acuerdo con datos del padrón vehicular de la Ciudad de México –a los que este semanario tuvo acceso–, el vehículo con placas 886XCR y número de serie 1GC2GTBG1A1135600 está a nombre de Televisa, S.A. de C.V.

El documento de acusación de la fiscalía de Nicaragua señala que la camioneta tenía compartimentos ocultos en los que se encontraron 11 maletas con 94 paquetes de dólares en billete.

Los peritos de la Unidad Especializada Anticorrupción y contra el Crimen Organizado de Nicaragua sometieron el dinero a la prueba Scintrex y detectaron partículas de cocaína, según consigna el documento de la acusación, del que Proceso tiene copia.

En dos camionetas más –con placas 571XXD y 165XCC– la policía nicaragüense encontró otras 35 maletas –unas eran completamente negras, otras tenían franjas azules o rojas– que también contenían paquetes de dólares.

Con base en ello, el 31 de agosto el juez de la causa, Julio César Arias, incorporó a las acusaciones de lavado de dinero y delincuencia organizada el delito de tráfico internacional de estupefacientes, como lo había solicitado previamente la Fiscalía de Nicaragua. El documento de la fiscalía precisa que los mexicanos trasladaron de Costa Rica con destino a México “cocaína en grandes cantidades”. La última vez que habrían realizado el transporte de droga fue el pasado 9 de junio.

El “chivatazo”

La Policía Nacional de Nicaragua detuvo a los 18 mexicanos el 20 de agosto, pero los presentó a los medios de comunicación cuatro días después. Cuando fotógrafos y camarógrafos terminaron de tomarles imágenes, Aminta Granera, jefa de la Policía Nacional de Nicaragua, ordenó a los agentes de las tropas especiales que custodiaban a los detenidos que los retiraran del recinto. Entonces, la supuesta líder del grupo de mexicanos gritó: “¡Que nos juzguen aquí! ¡Tememos por nuestras familias!”.

Los documentos de la acusación refieren que Raquel Alatorre Correa dijo ser “reportera, presentadora y jefa de información”, sin precisar de qué medio de comunicación. Su pasaporte mexicano –número 8400011472– indica que tiene 30 años y reside en Yucatán.

En la presentación ante la prensa la mujer vestía camiseta morada y pantalón de mezclilla. Es de baja estatura y delgada. La mayor parte del tiempo estuvo ligeramente agachada y con las manos esposadas atrás de la cabeza.

Junto a ella había otros 15 mexicanos, algunos con camisetas con el emblema de Televisa estampado. Faltaban dos personas que –explicó Granera– estaban en revisión médica en el hospital de la Policía Nacional, pero no precisó los motivos de ello. Los detenidos estaban esposados, la mayoría permanecían cabizbajos.

Frente a ellos había 23 bolsas con 258 paquetes de dólares en billetes de diversas denominaciones. Granera explicó que alrededor de las 22:30 horas de la noche anterior –23 de agosto– habían encontrado el primer compartimento oculto en una de las camionetas con los logos de Televisa; ahí se detectaron las primeras bolsas de dinero.

Según el documento de 12 páginas, los paquetes de dólares eran trasladados en compartimentos ocultos en los tableros de tres de las seis Chevrolet 2011, en cada una de las cuales viajaban tres personas.

A las 18:56 del 24 de agosto el fiscal Javier Morazán Chavarría, director de la Unidad Especializada Anticorrupción y contra el Crimen Organizado, se presentó en los juzgados capitalinos en representación del Ministerio Público con la acusación oficial contra los 18 detenidos.

Agrega el documento: “Los acusados cumplían la función de presentar la fachada de ser parte de un convoy de la empresa Televisa y al mismo tiempo realizaban la función de supervisión, traslado y custodia del dinero que llevaban oculto en la caravana de vehículos antes referida”.

El escrito oficial, basado en el expediente policial A-0162-2012-000, indica que una denuncia anónima advirtió a las autoridades sobre el grupo de mexicanos y sus presuntos planes conspirativos contra Nicaragua. La llamada fue recibida en el teléfono de emergencia de la Policía Nacional en Nueva Segovia, frontera con Honduras, el 19 de agosto pasado por la noche.

De acuerdo con la corporación, un hombre que no se identificó expuso que oyó que un grupo de mexicanos hospedados en el hotel Real Intercontinental de Tegucigalpa estaba interesado en “obtener información del Estado de Nicaragua y que dicha información sería utilizada para desprestigiar al gobierno de Nicaragua”. Agregó que se trataba de personas que viajaban en vehículos con los emblemas de Televisa.

Se activó entonces un operativo que concluyó con la detención del grupo el 20 de agosto, justo cuando entró a territorio nicaragüense por la garita de Las Manos, en la frontera con Honduras.

La acusación de la fiscalía refiere que los detenidos dijeron que “ingresaron a nuestro país con el objetivo de realizar investigaciones y la búsqueda de información de instituciones del Estado de Nicaragua; éstos manifestaron estar autorizados por la televisora mexicana Televisa Internacional. Dichas personas no portaban ningún documento de autorización para que realizaran investigación y búsqueda de información de instituciones del Estado de Nicaragua”.

Los 18 mexicanos fueron escoltados a Managua, donde quedaron bajo arraigo en el hotel Holiday Inn. En ese mismo hotel, confirmó posteriormente el Nuevo Diario, ya se habían hospedado cuatro veces en los últimos dos años, ocupando siempre las suites ejecutivas, que cuestan 150 dólares diarios más el impuesto local de 15%. Todas las veces se registraban muy tarde y se marchaban muy temprano.

Los detenidos permanecieron en Managua mientras las autoridades preguntaban a la embajada de México si el personal y las unidades aseguradas efectivamente pertenecían a Televisa o si se trataba de personas vinculadas con el crimen organizado.

“Hasta ayer (23 de agosto) al mediodía recibí respuesta oficial a través de la embajada de México confirmando que, de acuerdo a reportes de Televisa, no son trabajadores de esa cadena de televisión”, explicó la jefa de la Policía Nacional en conferencia de prensa el 24 de agosto.

Dijo que a partir de ello “procedimos con los interrogatorios en celda en busca de las evidencias que nos llevaran a buscar el vínculo de estas 18 personas con el crimen organizado transnacional”.

Luego la policía localizó la primera “caleta” (compartimento oculto) con el dinero y después las otras dos.

Un exoficial de la Jefatura de la Policía Nacional que pidió mantener su nombre en reserva dio su versión: “Es un ‘ajuste de cuentas’ entre cárteles, pues uno de ellos quiere sacar al otro del juego. Ese dinero debe ser el pago del traslado de algún cargamento de drogas anterior. Y alguien tendrá que pagarlo”.

“Periodista suplantada”

La acusación de la fiscalía señala que los fajos de billetes incautados tenían escritas diferentes leyendas. Unos iban identificados como “MT.MOTO DELVIN.ALVARO”; otros como “Leivin”, “Libra”, “T.E.SM. Maribel”, y el resto como “M 5.000”, “Roster.M M. MARIBEL” y “T.RAMOS.MOTO.DEIVIS.M. 10.000 PAN”. Además, 11 de las bolsas negras estaban identificadas con letras que van de la “C” a la “M”.

“Es dinero que podría ser de pequeños cárteles que reúnen fondos y contratan a gente para trasladarlos físicamente, ya que no pueden hacerlo a través del sistema financiero”, agregó el exjefe policial consultado.

En su último viaje la caravana de seis camionetas, con 18 ocupantes en total, recorrió alrededor de mil 400 kilómetros y atravesó los puestos fronterizos de México, Guatemala, Honduras y Nicaragua con el cargamento oculto de más de 9 millones de dólares. Además, los peritos encontraron presencia de cocaína en cuatro de los seis vehículos.

A solicitud del diario costarricense La Nación, la Dirección General de Migración y Extranjería de Costa Rica confirmó que Raquel Alatorre Correa, la única mujer del grupo, entró y salió de Nicaragua 34 veces por el puesto fronterizo de Peñas Blancas entre enero de 2008 y junio de este año. Otras veces salió por el puesto de Sixaola, entre Costa Rica y Panamá, sitio que ha sido señalado como punto frecuente de trasiego de drogas, armas y dinero.

Alatorre Correa pasó por primera vez por el puesto fronterizo de Nicaragua rumbo a Costa Rica el 14 de enero de 2008 a medianoche. Y desde entonces siguió haciéndolo sin problemas.

Sobre ella, el presidente nicaragüense Daniel Ortega comentó el 24 de agosto ante los jefes policiales de República Dominicana y Colombia que se reunieron en Managua:

“Y dio la casualidad, la coincidencia, que este evento estaba en pleno intercambio, hablando ustedes de todos estos temas, cuando nos encontramos con esta información de que había ahí una caravana de supuestos ‘periodistas’. Venían muy bien encubiertos, venían con toda la documentación. Porque incluso se hizo una consulta de parte de la policía a México y allá confirmaron que efectivamente el nombre de la periodista sí estaba… pero estaba suplantada la periodista. La periodista existe, está allá en Televisa, pero estaba suplantada.”

A su vez, Granera insistió en la conferencia de prensa en que los detenidos no trabajaban en Televisa ni los vehículos pertenecían a esa compañía. Al contrario, dijo, la mayoría de ellos eran integrantes de empresas de vigilancia privada, según la Interpol.

En los documentos de la acusación aparecen los supuestos domicilios de los mexicanos. Salvo Alatorre Correa, quien declaró vivir en Mérida, Yucatán, y dos más que aseguraron residir en Guanajuato, el resto dio direcciones de la Ciudad de México. Proceso constató que las direcciones mencionadas por los detenidos son falsas: en la mayoría de los casos las calles o los números son inexistentes y en otros no corresponden a viviendas, sino a empresas o locales comerciales cuyos empleados dijeron no conocerlos.

Un caso fue la excepción: Raúl Alejandro Salinas Cervantes, de 32 años, quien dijo ser “ingeniero de edición y posproducción de audio y video”. Él dio como domicilio la calle Netzahualcóyotl número 162, colonia Aragón-La Villa, delegación Gustavo A. Madero. En ese domicilio se ubica un taller cuyo encargado admitió que Salinas trabajó ahí hace cuatro años, hasta que un día simplemente desapareció.

Fronteras vulnerables

De acuerdo con la Dirección General de Aduanas de Costa Rica, los vehículos y sus pasajeros registran un intenso movimiento migratorio en Centroamérica. La camioneta con placas 444XCJ entró y salió por Peñas Blancas, puesto fronterizo con Costa Rica, 19 veces entre abril de 2010 y febrero de este año. Las autoridades nicaragüenses indican que el vehículo está registrado a nombre de Julio César Alvarado Salas, uno de los 18 detenidos.

El exjefe policiaco nicaragüense comenta que “si han entrado y salido de Centroamérica abiertamente, eso indica que han estado moviendo muchísima plata todos estos años”.

Y agrega: “También confirma que fallaron completamente los sistemas de seguridad de cada país y a nivel regional, ya que se movieron con impunidad, y nunca se vieron en la necesidad de cambiar su fachada de periodistas de Televisa. Esto deja de lección que no hay que bajar la guardia ante el crimen organizado”.

Cinco de las seis camionetas tienen modernos equipos audiovisuales de grabación, edición y posproducción, cámaras de alta definición, conexión satelital y 16 aparatos de radiocomunicación Kenwood. Los detenidos también portaban 27 celulares y la jefa del grupo llevaba consigo importantes cantidades de efectivo en pesos, quetzales, lempiras, córdobas y dólares, para los gastos del viaje.

Juan Carlos Ampié, productor del programa de televisión nicaragüense Esta semana, se mostró sorprendido por la cantidad de vehículos y personas involucradas en la presunta cobertura periodística:

“Seis móviles de televisión y 18 personas en estos tiempos es una exageración. Tendría que ser un evento de gran magnitud para mover esos recursos, y ni aun así se explica. Si fuera cobertura noticiosa, una cadena televisiva mandaría a un equipo periodístico.”

Un excolaborador de La Prensa de Nicaragua narra a Proceso que el pasado junio, cuando se dirigía al norte del país para reportear un bloqueo en la carretera Panamericana, observó un accidente automovilístico. Se trataba, dice, de una de las unidades de la caravana de Televisa que chocó con un auto particular.

Dice que salió de su vehículo con su cámara digital para grabar el accidente, pero una mujer delgada, que se identificó como Raquel Alatorre, le pidió que no lo hiciera porque eso les provocaría problemas con sus “jefes” de Televisa. Además, le dijo que ella y sus compañeros iban de paso hacia Costa Rica y ya habían indemnizado al dueño del auto chocado.

El 28 de agosto Televisa emitió un comunicado en el que aseguró que “ha cooperado, desde el momento en que se suscitaron los hechos, con las autoridades mexicanas en las investigaciones que vienen realizando”.

Según el consorcio, “ninguno de los detenidos ha trabajado en Grupo Televisa y los vehículos confiscados no han formado parte de nuestro parque vehicular. Por su parte, Noticieros Televisa no cuenta con corresponsal alguno en ese país”.

Defensa sandinista

En el sector occidental de Managua, en la zona residencial de clase media baja Las Brisas, está la sede del bufete de Ramón Rojas, quien junto a su hijo y dos abogados más llevan la defensa de los 18 mexicanos. Su oficina es discreta. Carece de aire acondicionado y en lo que antaño fueron la sala, recámara y terraza de la residencia hay varios escritorios alineados.

Este bufete asumió la defensa de los mexicanos desde la audiencia preliminar, el 25 de agosto, ante el juez quinto de Distrito Penal de la Audiencia de Managua, Julio César Arias, quien les impuso prisión preventiva.

El bufete designó a tres abogados para llevar directamente el caso. Uno de ellos es Ramón Rojas Urroz, hijo del fundador y principal accionista del despacho, quien se quejó de que las autoridades no le han permitido hablar con sus clientes, detenidos en la cárcel preventiva de la Dirección de Auxilio Judicial en El Chipote (el cuartel general de Augusto César Sandino en la década de los treinta).

Rojas Urroz aseguró a El Nuevo Diario de Nicaragua que el bufete de su padre asumió primero la defensa de Raquel Alatorre Correa a solicitud de la madre de la mexicana –no identificada–, quien llamó a un amigo suyo en Nicaragua –no identificado tampoco– y éste le recomendó el bufete de Rojas. Después la defensa se extendió a todos los detenidos.

La versión es puesta en duda por un abogado de renombre, excolaborador de Ramón Rojas padre, quien pidió el anonimato: “Buscan a Ramón por sus contactos con la jefatura de la policía, con sus mandos, y también con los jueces. Esa gente (del crimen organizado) sabe que él tiene excelentes relaciones con ellos”, comenta.

Cabe destacar que Ramón Rojas padre llevó la defensa de tres integrantes de una banda del narcotráfico vinculada con el Cártel de Sinaloa –los mexicanos Juan Rosales Castañeda y Jesús Javier Flores Vega, y el nicaragüense Carlos Cisnado–, capturados en 2007 y acusados de construir una pista de aterrizaje clandestina para recibir embarques de droga.

Los principales integrantes de la organización fueron condenados hasta a 22 años de prisión, pero los mexicanos fueron extraditados a México en 2010 por indicaciones del presidente Ortega.

Antes, en 1998 y 1999, Rojas padre se hizo famoso porque asumió la defensa del ahora presidente Daniel Ortega cuando su hijastra Zoilamérica lo acusó de abuso sexual, caso que finalmente prescribió.

Además de los contactos policiacos y judiciales de Ramón Rojas, su esposa, Rafaela Urroz, es magistrada de la Sala Civil del Tribunal de Apelaciones de Managua y presidenta de la Asociación de Jueces y Magistrados de Nicaragua, organización que aglutina a la mayoría de los funcionarios judiciales de tendencia sandinista.

Rojas Urroz aseguró a El Nuevo Diario que la estrategia será admitir los delitos y buscar que la sentencia del juez sea menor de siete años.

“Es una estrategia que les promete que estarán poco tiempo en prisión, ya que con los beneficios del Código Penal en Nicaragua podrían salir libres poco a poco en el transcurso de dos años.”

A eso, en el argot judicial le llaman un chancleteo, o sea un favor”, dijo el abogado que pidió no ser identificado.

Sin embargo, la situación de los detenidos cambió radicalmente el pasado 31 de agosto debido a que el juez Arias admitió que se indague la probable comisión del delito de tráfico internacional de estupefacientes, por lo que la posible sanción contra los mexicanos podría ser superior a 20 años de prisión.

Ante ello, los abogados de la defensa anunciaron un cambio de estrategia: ya no admitirán los cargos imputados por la fiscalía. La audiencia inicial contra los 18 mexicanos se iniciará el próximo 18 de septiembre.

Todavía al 12 de septiembre del 2012, cuando estaba confirmado ya incuestionablemente que los narcotraficantes eran empleados de TELEVISA y que las camionetas usadas para transportar la droga sí eran de TELEVISA, el pulpo en vez de reconocer lo que se daba ya por hecho consumado alrededor del mundo se limitaba a decir que los vehículos confiscados en Nicaragua “podrían” estar a su nombre. Antes de esto, el desinformador número uno de TELEVISA Joaquín López-Dóriga en defensa de la narcoempresa había afirmado en Radio Fórmula (filial de TELEVISA) que las notas periodísticas acerca del caso Nicaragua eran periodismo ficción. ¡El burro hablando de orejas!  Resulta aberrante, por decir lo menos, que a la vez que fuera de México les caen a los empleados de NarcoTELEVISA “con las manos en la masa” traficando con alcaloides, conductores como Dolores (Lolita) Ayala en sus noticieros del mediodía hacen llamados a los jóvenes de México para mantenerse alejados de la drogadicción y de las drogas, advirtiendo que el consumo de drogas ilícitas es dañino para la salud y es uno de los principales factores de la desintegración familiar. ¡Ja!

Los narcoempleados de TELEVISA no trabajaban en forma completamente autónoma e independiente dentro de TELEVISA. Todos ellos tenían un superior jerárquico dentro de la empresa al cual le tenían que rendir cuentas, y este superior jerárquico tenía otro, hasta llegar al mismo junior que está a la cabeza del pulpo. Y resulta que después del narcoescándalo en Nicaragua en donde les cayeron “con las manos en la masa”, no se cesó a ninguno de los supervisores inmediatos de los narcoempleados de TELEVISA, como tampoco se corrió de la empresa a ninguno de los mandos superiores que se supone que han estado a cargo de todos los operativos de tráfico de cocaína usando para ellos vehículos y credenciales de la narcoempresa. En otro país, los habrían echado a la cárcel (en la China comunista, los habrían enviado al paredón de fusilamiento, y les habrían cobrado a los familiares el costo de las balas usadas para la aplicación del castigo). Pero en México, no solo nadie se atreve a tocar a los narcoempleados de la narcoempresa. Ni siquiera los echan a la calle así sea para “despistar un poco”. Total, mientras le mantengan su lealtad y le sean fieles a la narcoempresa, los narcoreporteros y los narcocamarógrafos y los narcoproductores y los narcoadministradores no tienen nada que temer, ya que la empresa les mantendrá en sus puestos y los seguirá apoyando.

Si se dá por hecho de que en TELEVISA labora personal que está dedicado a actividades propias del narcotráfico, LO CUAL YA ESTA COMPROBADO, y si se dá por hecho de que en TELEVISA en vez de investigarse e informarse al público sobre la noticia se trata de minimizar, tergiversar, deslindarse o de plano encubrir y ocultar, entonces debe considerarse seriamente que cualquiera que se trate de enfrentar a esta empresa en realidad tiene que hacerse a la idea de que se está enfrentando a un grupo más de la delincuencia organizada. Aunque este grupo no necesita de ametralladoras cuerno de chivo AK-47 para hacer sentir su poder. Con el poder que tiene para manipular la opinión pública forjando realidades tan falsas como sus historietas de telenovelas, con eso le basta y sobra.

Convirtiendo el asunto en un espectáculo de desmentidos, bloqueos informativos, dimes y diretes, y desinformación al por mayor, la empresa que hizo lo posible por desligarse de sus narcoreporteros, sus narcofotógrafos, sus narcoproductores y sus narcocamionetas, y terminó dándole a los televidentes cautivos del monstruoso monopolio lo que siempre ha hecho muy bien: fantasías novelescas que poco o nada tienen que ver con la realidad. Existe la bien fundamentada sospecha de que el narcotransporte de cocaína en camionetas de narcoTELEVISA tenía un buen tiempo de estarse llevando a cabo, y que sólo hasta hace poco sus operaciones quedaron al descubierto cuando unos incorruptibles oficiales aduaneros no se dejaron intimidar por las amenazas de represalias ejercidas por el pulpo monstruoso de México acostumbrados a retar con los característicos desplantes de influyentismo tales como: ¿Sabes quiénes somos nosotros?, ¿Sabes con quién te estas metiendo?, ¿Sabes que somos TELEVISA?, ¿Sabes el poder que tenemos en nuestras manos para hacer que te corran de tu trabajo? El siguiente editorial resume algunos de estos puntos:

Televisa y la caravana de la coca
Jenaro Villamil
Agencia APRO
19 de septiembre del 2012

El nombre de la aduana “Las Manos”, en la frontera de Nicaragua con Costa Rica, no podía haber sido mejor elegido frente al escándalo creciente sobre las presuntas narco-camionetas pertenecientes a Grupo Televisa, que transportaban no sólo a 18 mexicanos y 9.2 millones de dólares en efectivo, sino también eran unidades móviles que se trasladaron por ambos países centroamericanos bajo el pretexto de grabar documentales sobre las bellezas naturales costarricenses.

El enredo para la empresa de Emilio Azcárraga Jean es cada vez mayor. Primero se deslindó de los 18 mexicanos detenidos, incluyendo a la presunta líder del grupo, Raquel Alatorre Correa. Dijo que ninguno trabaja para Televisa y se desmarcó de ser propietario de alguna de las seis camionetas que viajaron por Costa Rica en más de 40 ocasiones portando el inconfundible logotipo del monopolio televisivo.

La primera suspicacia surgió cuando la prensa nicaragüense citó a elementos de la Policía Nacional de Nicaragua, quienes detuvieron a los 18 mexicanos el 20 de agosto pasado, asegurando que Alatorre Correa aseguró ser “reportera, presentadora y jefa de información” sin precisar para qué medio de comunicación trabajaba. Cuatro días después El Nuevo Diario aseguró que se trataba de una reportera de Televisa.

El propio presidente nicaragüense Daniel Ortega atizó la sospecha. El 24 de agosto declaró que “el nombre de la periodista existe, está allá en Televisa, pero estaba suplantada”. Todo parecía indicar que Alatorre Correa utilizó el nombre de una trabajadora de la televisora.

Eso no convenció. ¿Cómo era posible que durante meses una caravana de seis camionetas con el logotipo de Televisa viajara por Centroamérica y la empresa no se hubiera dado cuenta? Un ex colaborador de La Prensa en Nicaragua declaró que desde junio se accidentó una de las camionetas e identificó a la propia Raquel Alatorre.

En San José Costa Rica, el gerente del hotel Ramada Herradura, Gustavo Araya, confirmó que el grupo liderado por Raquel Alatorre Correa estuvo hospedado en la capital tica entre el 8 y 12 de febrero, para grabar supuestamente “un reportaje de parques” con seis unidades móviles.

En declaraciones al periódico La Nación, Araya explicó que los 18 presuntos teleperiodistas se hospedaron en diez habitaciones y pagaron en efectivo 4 mil dólares, por el hospedaje. El hotel Ramada Herradura se localiza cerca del aeropuerto de la capital costarricense, a media hora de San José, en una zona caracterizada por la construcción de nuevos y ostentosos conjuntos habitacionales.

Araya indicó que originalmente pidieron hospedaje por tres noches, pero se quedaron una más. El gerente del hotel indicó que no se le hizo extraña la presencia del grupo, salvo que pagaron todo en efectivo. Uno de ellos le confirmó que trabajaban en un reportaje sobre parques nacionales en Costa Rica.

“Tenemos bastante malicia indígena, pero en este caso no levantaron sospechas”, afirmó Araya, en sus declaraciones a La Nación.

En su edición del 9 de septiembre, Proceso publicó en la sección internacional que, al menos, una de las seis camionetas Chevrolet es propiedad de Televisa. Se trataba del vehículo con placas 886XCR, a nombre de Televisa SA de CV, de acuerdo con el padrón vehicular de la Ciudad de México.

Televisa respondió tres días después, a raíz de que la periodista Carmen Aristegui retomó el reportaje de Proceso e indagó sobre nuevas pistas que desmantelaron la versión oficial de la empresa. Envió un comunicado el 12 de septiembre para afirmar que desde el 29 de agosto presentó una denuncia de hechos ante la PGJDF por posible falsificación de marca y documento, y abrió la posibilidad de que se hubiera alterado la documentación de alguna de las seis camionetas.

Este martes 18, el noticiario de Aristegui informó que no eran una o dos o tres las camionetas que están registradas a nombre de Televisa sino las seis, según el propio padrón vehicular de la Ciudad de México.

Se trata de camionetas marca Chevrolet con placas 165XCC, 571XXD, 411XWY, 848XDG, 886XCR y 444XCJ. Sólo una séptima camioneta General Motors, modelo 2011, placas 411XWY no pertenecería a la empresa.

¿No se dio cuenta Grupo Televisa que seis de sus camionetas registradas a su nombre estaban siendo utilizadas de manera apócrifa en Centroamérica para transportar coca y dinero en efectivo en cantidades que envidiaría el videoasta Carlos Ahumada? ¿O sí sabía alguno de los directivos y prefirió no informar a sus jefes?

¿Hasta dónde llega la responsabilidad de la empresa y de directivos de la misma en este episodio que se puede convertir en uno de los escándalos mayúsculos del fin de sexenio?

Todo parece indicar que no es reciente la práctica de llevar dinero en efectivo y droga en camionetas con logotipos de Grupo Televisa. De acuerdo con la Dirección General de Migración y Extranjería de Costa Rica, Raquel Alatorre Correa cruzó el puesto fronterizo desde el 14 de enero de 2008.

En tiempos ya posteriores, la defensa del vil pulpo desinformador ha consistido en “crear realidad” (usando los mismos guionistas que los que utiliza para fabricar sus telenovelas) argumentando que todo fue un montaje magistralmente elaborado, empezando por la simulación de camionetas nuevas con logotipos de TELEVISA pasando por la obtención de placas automovilísticas y la simulación de empleados de TELEVISA sin escatimar hasta en los más mínimos detalles tales como la elaboración de gafetes de TELEVISA idénticos a los que usan los demás empleados de TELEVISA, y todo ello sin que la empresa jamás pudiera darse cuenta de la existencia en otro país de todo un pseudo-equipo de producción de TELEVISA. Si se analiza bien todo lo que se requiere para montar un operativo de esta naturaleza sin descuidar hasta el más mínimo detalle, inevitablemente se llega a la conclusión de que el operativo saldría mucho más costoso que las ganancias económicas que se pudieran lograr con el traslado de la cocaína en cuestión, habiendo alternativas mucho más baratas tales como el simple soborno a los funcionarios aduaneros. Ningún comerciante está en negocio alguno para perder dinero, y si algo distingue a los narcotraficantes es que están en el negocio para obtener ganancias, no para perder dinero. La única forma posible en que un operativo de esta índole pudiera ser rentable es usando camionetas, empleados y equipo de la misma TELEVISA, no hay de otra. Para darnos una idea pequeña de la enorme cantidad de detalles que se tomaron en cuenta para dizque hacer aparentar a los narcos detenidos como gente TELEVISA están los siguientes:

Hallan documentos que relacionan a ejecutivo de Televisa con el expediente Nicaragua
Agencia APRO
1 de octubre del 2012

En la investigación que se le sigue a 18 mexicanos por presuntos vínculos con narcotráfico y lavado de dinero, la Policía Nacional de Nicaragua encontró un fólder con documentos estampados con el logotipo de Televisa y los apellidos Narcia Estrada, los mismos de un ejecutivo de dicha empresa.

El fólder rotulado Narcia Estrada fue hallado en el interior de la camioneta GM Chevrolet tipo Van modelo 2011 con  placas 571-XXD. Dicho vehículo está equipado con radio satelital y era conducido por Alfredo Mar Hernández. El contenido del documento era la descripción de las características de la unidad móvil.

Amador Narcia Estrada es vicepresidente de información nacional de Televisa. El diario 24 horas publicó este lunes una relación del interior de las seis camionetas confiscadas por el gobierno de Nicaragua por contener 9.2 millones de dólares en efectivo, además de rastros de droga. Todos los vehículos estaban rotulados con logotipos de la empresa Televisa.

La cadena encabezada por Emilio Azcárraga Jean se ha pretendido deslindar del caso, asegurando que los vehículos fueron registrados ilegalmente a su nombre. Sin embargo, la información publicada este día por dicho diario evidencia que todas las camionetas estaban equipadas con la misma tecnología que las unidades móviles para transmitir noticias.

El diario obtuvo acceso al expediente de la Unidad Especializada Anticorrupción y contra el Crimen Organizado del Ministerio Público de Nicaragua, con el número 4307-12 JD. Esta es la relación de las personas detenidas y los documentos encontrados:

Raquel Alatorre Correa

Pasaporte 08400011472

Carnet de Televisa folio A71438

Ipad 64 Gb

Bñackberry Veryzon

Chaqueta azul con logotipo de Televisa

Chaleco azul con logotipo de Televisa

Camiseta sport blanca con logotipo de Televisa

Salvador Guardado Núñez

Pasaporte G05572085

Un chaleco azul con el logotipo de Televisa

Una camiseta blanca con el logotipo de Televisa

Un carnet de Televisa Folio. 97512

Hiram César Pacheco Basurto

Pasaporte G04771178

Dos carnet de Televisa, ambos folio 99931

Chaleco azul con logotipo de Televisa

Camiseta sport azul con logotipos de Televisa

Gustavo Reyes Arce

Pasaporte G05794932

Carnet de Televisa A99741

Dos chaquetas azules con el logotipo de Televisa

Una chaqueta con capucha azul con el logotipo de Televisa

Osvaldo López Uribe

Pasaporte G09158921

Carnet de Televisa folio A99105

Dos camisas sport azules con el logotipo de Televisa

Una camiseta sport blanca con el logotipo de Televisa

Un chaleco azul con el logotipo de Televisa

Valentín Delgado Guillén

Pasaporte G06008983

Dos carnets de Televisa, ambos con folio B99648

Una chaqueta con capucha azul con logotipo de Televisa

Un chaleco azul con logotipo de Televisa

Una camiseta sport azul con el logotipo de Televisa

Alfredo Mar Morales

Pasaporte G08529913

Carnet de Televisa

Dos chaquetas azules con logotipo de Televisa

Una camisa sport azul con logotipo de Televisa

Omar José Castillo Amaya

Pasaporte G06710325

Carnet de Televisa folio B103511

Chaleco azul con logotipo de Televisa

Julio César Alvarado Salas

Pasaporte G10062000

Carnet de Televisa folio B94387

Blackberry Torch slider

Chaqueta con capucha azul con logotipo de Televisa

Un chaleco azul con el logotipo de Televisa

Ricardo Cano Zúñiga

Pasaporte G10061860

Carnet de Televisa folio B1001987

Chaleco azul con el logotipo de Televisa

Chaqueta azul con el logotipo de Televisa

Camisa sport celeste con logotipo de Televisa

Juan Luis Torres Torres

Pasaporte G07433992

Carnet de Televisa

Blackberry Bold

Blackberry Curve

Chaleco azul con logotipo de Televisa

Pablo Sosa Guerra

Pasaporte G08423367

Chaqueta con capucha azul con logotipo de Televisa

Dos camisetas sport blancas con logotipo de Televisa

Tres camisas sport azules con logotipo de Televisa

Chaqueta azul con logotipo de Televisa

Alfredo Rivera Vázquez

Pasaporte G08682210

Carnet de Televisa folio B99801

Chaqueta con capucha azul con logotipo de Televisa

Chaleco azul con logotipo de Televisa

Alfonso Martínez Meraz

Pasaporte G05376635

Carnet de Televisa folio A82457

Chaqueta azul con capucha con logotipo de Televisa

Chaqueta azul con logotipo de Televisa

Alejandro Salinas Cervantes

Pasaporte G08420769

Carnet de Televisa folio A997932

Dos camisetas sport azules con logotipo de Televisa

Chaleco azul con logotipo de Televisa

Chaqueta con capucha azul con logotipo de Televisa

Rodolfo Jiménez Camacho

Pasaporte G09158885

Carnet de Televisa folio B62271.2

Chaleco azul con logotipo de Televisa

Chaqueta azul con logotipo de Televisa

Camiseta azul con logotipo de Televisa

Camiseta con logotipo de televisa

Guillermo Villagómez Hernández

Pasaporte G05397493

Carnet de Televisa folio. B52839

Chaqueta azul con logotipo de Televisa

Cecilio Torres Gutiérrez

Pasaporte 08400064375

Además, todas las camionetas estaban equipadas con material para trasmisión de noticias:

Camioneta 1

Una consola de audio Panasonic

Consola de audio y video Peavey

Siete Monitores

Computadora HP

Un cuadro monitor Panasonic y su componente

Dos cámaras de video interior del vehículo

Una antena transmisora de datos

Un capacitor

Cinco bluray con su monitor

Camioneta 2

Una consola de audio Panasonic

Una consola de audio y video Peavey

Un DVD Phillips

Cinco monitores

Una computadora HP

Un inversor

Un No break

Una impresora HP

Un cuadro monitor marca Panasonic y su componente

Dos cámaras de video interior del vehículo

Camioneta 3

Dos inversores de voltaje

Dos cámaras interiores

Un cuadro monitor

Un generador de potencia

Seis parlantes

Seis bocinas

Equipo de ano Bose de audio

Cuatro monitores

Un equipo para micrófonos inalámbricos

Un Pico Macon

Un oscilador de frecuencia de cinco canales

Una computadora Sony Vaio

Un radio satelital marca Icom serie 1109432

Camioneta 4

Antena satelital

Consola PIPI

Consola Panasonic

Siete monitores

Una impresora

Una mini laptop HP

Reproductor 3D marca Samsung

Laptop Sony Vaio

Camioneta 5

Cámara de Video profesional Sony HDV1080i modelo HVRHD1000N serie 418503 con batería

Radio comunicador Kenwood

Aparato tipo audífono denominado TELEX de comunicación interna sin su caja de recepción y transmisión

Varios GPS

Y para simular ser todo un equipo de producción de TELEVISA sin serlo montando una producción costosísima sin paralelo en los anales del narcotráfico internacional, erogando cantidades multimillonarias que sólo acostumbran erogar los estudios de Hollywood para películas de acción, los presuntos narcotraficantes simuladores tendrían además que haber sobornado y corrompido al mismísimo personal diplomático de México:

Expediente Nicaragua: Embajada de México en Honduras legitimó documentos a nombre de Televisa
Agencia APRO
2 de octubre del 2012

Los 18 mexicanos detenidos en Nicaragua que viajaban en seis camionetas registradas a nombre de Televisa pasaron la aduana de Honduras sin ningún problema porque su documentación estaba en regla, aseguró el director nacional de Migración y Extranjería de ese país centroamericano, Venancio Cervantes.

El funcionario explicó a César Rivera, corresponsal de MVS Noticias en Honduras, que las autoridades migratorias de su país revisaron la documentación y se hicieron las consultas respectivas con la embajada de México en Tegucigalpa y la embajada mexicana confirmó que, en efecto, la documentación que había presentado el grupo de mexicanos, había sido obtenida “de manera correcta”.

Además, aclaró que el grupo de mexicanos pasaron por territorio hondureño en sólo 24 horas.

El funcionario de Migración hondureño relató al corresponsal que los supuestos trabajadores de Televisa ingresaron a ese país través de la aduana El Florido, sólo como tránsito y el 20 de agosto salieron por la aduana de Las Manos, que es punto fronterizo con Nicaragua.

Asimismo, confesó que no se inspeccionaron las camionetas ni tampoco las pertenencias de los 18 mexicanos porque ese tipo de tareas es propio de la Policía Nacional.

El periodista sostuvo que la policía y la Fiscalía del Ministerio Público de Honduras se han mantenido en silencio respecto de este caso y han dejado la responsabilidad exclusiva del tema al gobierno de Nicaragua.

El pasado 20 de agosto, los 18 mexicanos que se ostentaron como trabajadores de Televisa, encabezado por Raquel Alatorre, fueron detenidos por la Policía Nacional de Nicaragua ante la sospecha de actividad delictiva.

Tras ser entrevistados y revisar las camionetas idénticamente rotuladas a las que usa Televisa y equipadas con cámaras, monitores, computadoras, reproductores de video y antena satelital, la policía nicaragüense halló 9.2 millones de dólares en efectivo que eran transportados en compartimentos ocultos y maletas.

También llevaban playeras, chalecos y chamarras con logos de la Televisa, además de identificaciones foliadas y firmadas y documentación con logotipos de la empresa.

La Fiscalía Nacional de Nicaragua abrió una investigación por lavado de dinero, crimen organizado y tráfico de drogas.

Si todo un equipo de producción de TELEVISA con presuntos empleados con gafetes de TELEVISA y pasaportes legales expedidos en México cargando todo el equipo de producción y los materiales que corresponden a una caravana legítima de la empresa fue simulado por algún narcotraficante, ¡ni siquiera el super-agente Tom Cruise deMisión Imposible podría haber montado una mejor simulación! Esto, desde luego, si le creemos a TELEVISA su cuento de que absolutamente nada de lo que fue encontrado en Nicaragua era de TELEVISA.

De una cosa en la que no existe ni ha existido jamás duda alguna es que TELEVISA es cien por ciento anti-izquierdista, es cien por cierto antisocialista, es cien por ciento anti-comunista, lo cual explica su comprobada proclividad a asociarse con los grupos de la extrema derecha de México hasta llegar al extremo de encubrirlos impidiendo que se traten en sus noticieros principales cosas tan escabrosas como la sociedad ultrafascista Tecos de Guadalajara y la Organización Nacional del Yunque, grupos fanáticos con los cuales se garantiza a sí misma una barrera adicional de protección e impunidad en contra de quienes pudieran dar inicio a una campaña para la nacionalización de la empresa cerrándole definitivamente todas sus operaciones, tanto las “legales” como las ilegales. Sin lugar a dudas, debe serlo, debe ser exacerbadamente anti-izquierdsta, porque en un país como Cuba jamás tolerarían las operaciones al aire de una empresa privada rapaz como TELEVISA. Tampoco las tolerarían en un país como la China comunista. Incluso tampoco las tolerarían en países socialistas como Francia y Suecia. Y mucho menos las tolerarían en un país como Corea del Norte. De hecho, es posible que el único país del mundo en donde se le permita a este vil monopolio televisivo continuar con sus operaciones renovándole la concesión para continuar lucrando con la porción del espectro radioeléctrico que tiene acaparada a nivel nacional sea México, y ello a causa de la terrible descomposición social que la derecha ultraconservadora en combinación criminal con narcoTELEVISA alentó en México en doce años de un mal gobierno que le costó al Yunquificado Partido Acción Nacional ser expulsado de la silla presidencial en el 2012 con un gran y merecidísimo así como bien dado puntapié.






   
¡Esto jamás les hubiera sucedido en México, en donde narco-TELEVISA es amo y señor de horca y cuchillo! ¿Habrá todavía algún iluso en México que pueda dudarlo? Y la triste realidad es que nada como esto ha ocurrido en México pese a la declarada guerra de legitimación de Felipe Calderón en contra del narcotráfico que terminó costándole a la Nación una cifra que posiblemente ascienda a más de 80 mil cadáveres al cerrar el sexenio calderonista de derecha ultraconservadora en el poder, la cual llegó a la silla presidencial en el año 2000 y se refrendó en la silla presidencial en el año 2006 precisamente con la ayuda de TELEVISA, o mejor dicho, de narco-TELEVISA, a la cual le debe muchos favores.


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POST SCRIPTUM:


Justo al empezar la segunda semana del mes, el lunes 8 de octubre del 2012, TELEVISA emprendió una campaña de “control de daños” para “limpiar” su imagen y convencer a sus millones de televidentes cautivos de que TELEVISA es una víctima inocente de un fabuloso complot para involucrar al pulpo monopólico en actividades ilícitas, usando como ariete principal a su jilguerillo oficial Joaquín López-Dóriga en el noticiero nocturno, el cual casi juró que los detenidos en Nicaragua “no son empleados de TELEVISA, y nunca lo fueron”. Se debe suponer que cuando esto se llevó a cabo ya se había efectuado una búsqueda intensa en todos los archivos de personal de TELEVISA para remover y destruír por completo cualquier documento que pudiera relacionar a los detenidos en Nicaragua con TELEVISA. Cabe agregar que al radiar su larga apología desinformativa, hubo un momento de titubeo en Joaquín López-Dóriga del cual posiblemente muchos de los televidentes cautivos de percataron, como si estuviera titubeando en eso de prestarse al juego de un encubrimiento vergonzoso, pero rápidamente recuperó su compostura y regresó a lo mismo que siempre ha hecho: a desinformar y crear ficciones que opaquen realidades. Después de todo, si TELEVISA cuenta con el poder manipulativo para ejercer un peso decisivo en las elecciones presidenciales de México, ¿por qué no habría de utilizar su poderío para desligarse por completo de los detenidos en Nicaragua dejándolos caer como fardo pesado? Es de suponerse que al mismo tiempo que se llevó a cabo en TELEVISA una purga completa en sus archivos de personal y en sus archivos de todas las computadoras de TELEVISA, también se habrá solicitado (y se habrá obtenido ayuda) en los círculos gubernamentales para también purgar los archivos oficiales de todo rastro que pudiera ligar a los acusados en Nicaragua como narcoempleados de TELEVISA. Y como parte de la embestida mediática del pulpo, dos días después el noticiero de López-Dóriga dedicó una buena parte de su tiempo para inflar hasta más no poder al junior de TELEVISA con motivo de la entrega que se le hizo de un trofeo en Francia en el evento MIPCOM 2012 celebrado en Cannes, Francia,nombrándolo “la personalidad del año”, resaltando que en dicho evento Emilio Azcárraga Jean dió “una conferencia magistral” para prodigarles a los asistentes un poco de su inmensa sabiduría, aprovechando también la ocasión para anunciar una expansión de los tentáculos del pulpo en un abierto desafío a TELMEX. No es posible saber hasta qué punto los “jueces” que decidieron entregarle tal premiación al junior de TELEVISA pudieran haber sido sobornados por las redes internacionales de TELEVISA para inclinarse a su favor haciéndole tan inmerecida concesión al hombre que encabeza el imperio desinformativo que se ha especializado en hacer todo lo posible de su parte no sólo para aplastar la democracia en México convirtiéndola en una telecracia, sino para aplastar también cualquier muestra de periodismo libre en México y aplastar toda competencia que le haga sombra, ignorando socarronamente su obligación para con el pueblo de México sin el cual TELEVISA no sería absolutamente nada y ni siquiera existiría; pero de que TELEVISA tiene el poder para sobornar y corromper fuera de México todo lo que quiera sobornar y corromper de eso no hay duda alguna.
Axact

Anxius Veritas - Equipo de Redacción

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