Una noticia interesante perdida entre muchas otras pero que sin embargo acaparó la atención de muchos estudiosos especializados en la Historia de la Segunda Guerra Mundial fue la del descubrimiento de un bunker Nazi en Dinamarca que los mismos elementos de la Naturaleza se encargaron de descubrir.
La nota de este evento, tal y como fue reportada por los noticieros de Yahoo! el 3 de agosto del 2008, es la siguiente:
Gente es vista en un búnker alemán, que estuvo sepultado bajo la arena en la playa de Krylen, al Oeste de Dinamarca. Este búnker y otros tres, entumbados bajo las dunas de arena, fueron descubiertos hace unos meses por una tormenta violenta cuando olas gigantescas removieron la arena. Los Nazis construyeron algunos 8 mil búnkers en Dinamarca, 7 mil de ellos en la costa Oeste.
60 años después, reaparecen búnkers Nazi amueblados en Dinamarca
Yahoo
3 de agosto del 2008
Houvig, Dinamarca (AFP) - Con un agarre seguro en su linterna, Tommy Cassoe parece un Indiana Jones danés conforme se escurre fuera de un búnker enterrado bajo la arena, uno de 7 mil que los Nazis construyeron a lo largo de las costas oestes de Dinamarca para repeler una invasión aliada.
“Misión cumplida. El bunker está vacío”, explica Cassoe, mostrando su botín en la playa de Krylen a una multitud de curiosos: latas oxidadas, un contenedor de plástico conteniendo medicina en caso de un ataque con gas mostaza, y cables eléctricos.
Este búnker y otros tres, sepultados bajo las dunas de Houvig desde 1945, fueron puestos al descubierto hace algunos meses en una tormenta violenta cuando olas gigantescas removieron la arena, exponiendo vistazos de estructuras de cemento y hierro.
El descubrimiento fue “una sensación” para entusiastas de historia como Cassoe y arqueólogos.
“Lo que es tan fantástico es que los encontramos completamente amueblados con camas, sillas, tablas, sistemas de comunicación y los efectos personales de los soldados que vivieron adentro”, afirma Jens Andersen, el curador del Museo Hanstholm que se especializa en fortificaciones Nazis.
“Los Nazis contruyeron unos 8 mil búnkers en Dinamarca, 7 mil de ellos en la costa oeste. Fueron vaciados por los daneses de sus contenidos después de la Segunda Guerra Mundial para rescatar hierro residual e implementos eléctricos que estaban siendo necesitados.”
El descubrimiento en mayo de cuatro búnkers completamente amueblados, sin ser tocados después de 63 años bajo la arena, es considerado “único en Europa”, de acuerdo con Bent Anthonisen, un experto danés en búnkers europeos.
Fueron encontrados por dos niños de 9 años de edad después de que avistaron una cubeta en el frente de la entrada a uno de los búnkers.
Su descubrimiento fue reportado por un periódico local, llamando la atención de Cassoe, un electricista que ha estado fascinado por la existencia de los miles de búnkers desde su niñez.
Corrió inmediatamente hacia la escena, y fue el primero en entrar a los búnkers que aún estaban amueblados.
“Fue como entrar en el corazón de una pirámide con momias alrededor. Escarbé un túnel a través de la arena que estaba bloqueando la entrada a los búnkers y lo que ví me impactó: fue como si los soldados alemanes hubieran salido apenas el día de ayer”, dijo.
Expertos y arqueólogos también corrieron hacia el lugar, y, trabajando de cerca con Cassoe, en unos cuantos días vaciaron las estructuras de botas, ropa, calcetines, bandas militares, botellas de mostaza y aquavit, libros, tinteros, estampillas con la imagen de Hitler, medicinas, botellas de refrescos, llaves, martillos y otros objetos.
“Era una carrera contra el reloj por el riesgo de los saqueadores. Mentimos para mantenerlos a raya, diciendo que había únicamente un búnker amueblado y que estaba custodiado las 24 horas del día, lo cual no era cierto. Pero aún así hubo dos intentos de entrada”, explica Anthonisen.
Debido a la intensa cobertura de los medios, la larga playa de Krylen salpicada con búnkers ha sido una gran atracción turística este verano, jalando miles de turistas de Dinamarca y Alemania para guías asesoradas.
Anthonisen dirige a un grupo en una expedición a uno de los bunkers. Nueve soldados y su comandante vivían en el apretado espacio de 20 metros cuadrados (215 pies cuadrados) por cinco años.
“Fue sorprendente ver las condiciones de vida de los soldados en los búnkers”, dijo Ute Eichorst, una turista alemán rodeada por sus hijos y nietos.
Los búnkers han desatado reacciones encontradas entre los turistas y los medios locales.
“En cierta forma, este descubrimiento puede ser comparado con la tumba de Tutankhamen hace un siglo. Debe ser preservado, y dinamitar los búnkers como algunos han sugerido sería como negar que la Segunda Guerra Mundial tuvo lugar”, dijo Ole Becher, un danés cuyo abuelo fue parte de la resistencia y que fue denunciado a la Gestapo hacia el final de la guerra.
El residente local Mogens Kock Hansen está en desacuerdo, escribiendo en el periódico local que “todo debería ser estallado”. Está “disgustado de que la gente quiere atraer turistas para esta clase de basura”.
La cabeza del museo Ringkoebing-Skjern, Kim Clausen, dijo que aunque el hallazgo “no era de la era del bronce, lo que ha sido encontrado es increíblemente auténtico y nos dice mucho sobre cómo vivieron en estos búnkers”.
Todos los objetos han sido sacados de los depósitos y llevados al centro de conservación del museo de Oelgod, a unos 30 kilómetres (20 millas) de la playa, para ser examinados.
El curador alemán del centro Gert Nebrich juzgó el hallazgo “muy interesante porque es tan raro”.
“No esperamos que objetos contemporáneos como estos estén tan bien preservados. Quizá es porque fueron conservados por 60 años en el frío y en la obscuridad como en un gran vacía”, dijo, mostrando cuidadosamente cuatro estampillas con la imagen de Hitler y el águila alemana.
Fueron usadas por los soldados para “enviar presentes navideños a sus familias en 1944, que consistían principalmente en paquetes de mantequilla danesa”, explica Anthonisen.
“La Segunda Guerra Mundial y sus memoria no se irán. Y desubrimientos como estos dan nueva vida a la historia y a la fascinación que aún rodea esta guerra”, escribió en un editorial reciente en el periódico local Dagbladet Ringkoebing-Skjern.
Es por esto que los búnkers deben ser preservados, dijo, agregando: “Son parte de nuestra historia Europea común”.
Los cuatro búnkers Nazis descubiertos en Dinamarca son parte de la prueba fehaciente de la extensión de la invasión Nazi llevada a cabo sobre toda Europa en contra de países occidentales que nunca habían hecho absolutamente nada en contra de Alemania para provocar estas invasiones. Para la instalación de dichos búnkers en Dinamarca, tan sólo unos cuantos de muchos otros, Hitler no pidió parecer ni consentimiento al pueblo de Dinamarca. Simplemente lo invadió, y ¡ay de aquél que quisiera ponerse a protestar en Dinamarca en contra de esta agresión injustificada! La única razón por la cual las hordas Nazis salieron de Dinamarca es porque la Alemania Nazi perdió la guerra tras la derrota de Stalingrado. De haber triunfado Hitler en su invasión a Rusia, las tropas Nazis habrían permanecido en Dinamarca y dicho país habría desaparecido al ser incorporado al Tercer Reich como territorio conquistado. ¡Y aún así abundan los neo-Nazis como el español Joaquín Bochaca y el ahora senil y decrépito fascista mexicano Salvador Borrego que en su imbecilismo cultural siguen insistiendo en que Hitler sólo estaba interesado en apoderarse de Rusia sin ir más allá de dicho objetivo!
El descubrimiento de estos búnkers podemos tomarlo como uno de varios recordatorios que nos sigue dando la vida sobre un pasado trágico que se niega a dejarnos en paz. Son un fantasma del ayer que viene a acosarnos aunque sus ocupantes sean ya tan sólo un recuerdo perdido que quizá ya no viven ni siquiera en las memorias de sus familiares. No es posible olvidar el pasado cuando siguen apareciendo estas huellas que creíamos desaparecidas. Y, sobre todo, no es posible pretender querer olvidar estos espectros del ayer cuando están floreciendo en la actualidad los fósiles vivientes de dicha época en poderosas organizaciones ultraderechistas secretas como los Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara y la Organización Nacional del Yunque en México amén de los partidos de corte ultraconservador que siguen creciendo en la misma Europa amenazando con traer de nuevo ese terrible pasado al futuro que nos está esperando a la vuelta de la esquina.
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