La lucha por el respeto a la igualdad y los derechos civiles de los individuos frecuentemente empieza cuando alguien tiene los suficientes pantalones para fajárselos ante quienes lo están humillando y desafiar un estado de cosas que otros aceptaban estoicamente como parte de un modo de vida.

Un ejemplo de ello es el caso de la norteamericana de color Rosa Parks. En sus tiempos en los que el racismo era práctica rutinaria en los estados sureños en los cuales la demente sociedad supremacista blanca Ku Klux Klan (inspirada en las mismas teorías raciales del ultraderechista y antisemita dictador alemán Adolfo Hitler) hacía lo que se le diera en gana, había una política en el uso de los autobuses públicos que dictaba que los asientos frontales de los autobuses estaban reservados única y exclusivamente para los blancos, mientras que los negros y las negras (hasta los ancianos y ancianas) estaban obligados a cederle su asiento a los blancos y moverse a los asientos traseros cuando no había suficientes asientos frontales en los autobuses para los blancos. Al tocarle su turno a Rosa Parks de someterse a esta aberrante humillación, ella tuvo el valor de negarse a agachar su cabeza y ponerse de rodillas ante quienes insistían en humillarla, aunque su atrevimiento le costara ir a la cárcel. Y de hecho, fue enviada a la cárcel en castigo a su osadía. Sin embargo, este acto de socarrona rebelión detonó algo trascendental que ni siquiera la misma Rosa Parks se imaginó que detonaría, la lucha frontal y directa de la comunidad negra en los Estados Unidos por el respeto absoluto e incondicional hacia los derechos humanos de los negros. De no haber sido por la "rebelde" Rosa Parks, posiblemente Barack Obama no sería hoy el Presidente de los Estados Unidos de Norteamérica. Lo que Rosa Parks puso en marcha fue nada menos que un verdadero terremoto social sin disparar una sola bala, algo que cimbraría a la racista comunidad anglosajona sureña y que cimbraría al país entero modificando eventualmente la actitud y el modo de pensar de toda una nación.

Recientemente, en Israel, se dió un caso en donde una mujer valerosa de nombre Tanya Rosenblit:


puesta en una situación casi idéntica a la que enfrentó Rosa Parks en los Estados Unidos, se negó terminantemente a moverse a la parte trasera del autobús, desafiando la costumbre ultraortodoxa de ortodoxos como los haredim que imponen una segregación estricta de sexos hasta en los autobuses públicos con las mujeres tratadas como si fueran ciudadanas de segunda clase:




Los judíos ultraortodoxos representan un verdadero dolor de cabeza para la población israelí que no comulga con el extremismo dogmático de estos fundamentalistas, los cuales frecuentemente tienenenfrentamientos con la policía en sus cruzadas para imponer su voluntad sobre los demás.

Tanya Rosenblit tuvo la valentía de decir ¡NO!, lo cual detonó un verdadero escándalo cuando los ultras judíos se presentaron en masa para tratar de obligarla a ceder ante los dictados de los fundamentalistas ortodoxos. A Tanya Rosenblit no le importaron las consecuencias en contra de ella que su desafío pudiera acarrearle, ella simplemente al igual que Rosa Parks tuvo el suficiente coraje para hacer valer su dignidad humana ante un segmento de la población israelí que ya está empezando a hartar a muchos hasta la coronilla.

Tras la negativa de Tanya Rosenblit de ceder a las presiones de los fundamentalistas ortodoxos, aparecieron notas como la siguiente:

Van mujeres israelíes contra ultraortodoxos
Agencia EFE
27 de diciembre del 2011

Miles de israelíes se manifestaron ayer en la ciudad de Bet Shemesh, al suroeste de Jerusalén, contra la exclusión hacia las mujeres tras los recientes sucesos en los que varias de ellas han sido discriminadas y agredidas en actos públicos y autobuses por la comunidad ultraortodoxa.

Convocada bajo el lema de “Venimos a dispersar la oscuridad”, según una máxima de la fiesta judía de Janucá que concluye mañana, miles de mujeres y hombres se concentraron en una céntrica explanada de esa ciudad para demandar justicia y que las autoridades hagan cumplir la ley.

“Hay un profundo cambio que no hemos visto, y que comienza por colegios en los que no se enseña a los niños sionismo, (por gente) que piensa que las mujeres no valen y que creen que pueden quemar mezquitas”, dijo en el acto la jefa de la oposición y dirigente del partido Kadima, Tzipi Livni, al denunciar recientes actos de discriminación sexual, étnica y religiosa.

En el acto de protesta participaron políticas de distintas formaciones, entre ellas la ministra de Cultura, Limor Livnat, del partido gobernante Likud, y la jefa del Partido Laborista, Sheli Yejimovich.

Poco antes de la convocatoria, el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, se sumó a las críticas y aseguró en un discurso que “la exclusión de la mujer de los espacios públicos contradice el espíritu del judaísmo y los principios democráticos sobre los que fue fundado el Estado de Israel” .

“He pedido a todos los organismos que pongan fin a este fenómeno, y que lleven ante la justicia a todos los que difamen y ataquen a las mujeres” , afirmó durante una comparecencia en un concurso de Biblia.

Bet Shemesh, de unos 80 mil habitantes, se ha convertido en el símbolo de la lucha contra la discriminación porque su creciente población ultraortodoxa ha impuesto en los últimos años unas normas de conducta que incluyen la separación entre sexos en colegios, calles y centros públicos. “No puede ser que día tras día tenga que planificar el recorrido que voy a seguir por la calle para no encontrarme a los ‘negros’ (ultraortodoxos, por el color de sus ropas)”, denunció Rajel Sanker, de 52 años, una de las vecinas de la ciudad que ha sufrido este tipo de agresiones.

El caso más reciente de discriminación y acoso contra las mujeres en Beit Shemesh lo sufrió una niña de ocho años de edad a la que un ultraortodoxo escupió por considerar que no iba vestida con el suficiente recato.

Horas antes de la manifestación el presidente del Estado de Israel, Simón Peres, llamó a la ciudadanía - “religiosos, seculares y tradicionalistas” - a defender la naturaleza del Estado de Israel frente a un pequeño grupo que compromete la solidaridad de la nación”.

Pero el problema de la segregación se ha expandido estos últimos años a otras comunidades e instancias públicas. En el Ejército, símbolo de la igualdad en la sociedad israelí, han sido denunciados varios casos en los que oficiales y soldados religiosos exigieron que soldadas mujeres no cantaran en ceremonias públicas por estar prohibido según las normas más estrictas judías.

Denuncias similares se han registrado contra varias alcaldías, instituciones y hasta empresas privadas que prohibieron la participación de mujeres en actos públicos o en campañas de publicidad para no irritar a la comunidad ultraortodoxa.

Dicha comunidad salió ayer a las calles de Bet Shemesh a protestar violentamente y ayer consiguió que la manifestación fuera trasladada del patio de un colegio para niñas a otro lugar más alejado de sus barrios.

Aún es prematuro saber los alcances que tendrá la negativa de Tanya Rosenblit en acceder a las imposiciones de los ultras ortodoxos, aunque su desafío ha desatado ya un debate nacional en el que quienes no comulgan con las creencias fundamentalistas de los ultras ortodoxos ya no están tan dispuestos a seguirles aguantando sus imposiciones y sus costumbres (las trenzas que se dejan caer hasta los hombros así como la indumentaria con la que se identifican ni siquiera era una indumentaria propia de los tiempos de Moisés, ya que en los tiempos bíblicos nadie, absolutamente nadie, se vestía de esa manera).

Los judíos ultraortodoxos tienen, desde luego, pleno derecho a vivir su vida como ellos quieran vivirla, al igual que les asiste como padres de familia todo el derecho del mundo de educar a sus hijos como les dé la gana metiéndole a sus propios hijos en sus cabecitas todo el material doctrinario y religioso que les quieran meter. Y si en un momento dado se quieren encerrar en una cueva para darse latigazos en sus espaldas como lo hacen los musulmanes, obligando a sus esposas y a sus hijos a hacer lo mismo, también están en su derecho (bueno, sobre esto último, tal vez no, habría que ver lo que las autoridades israelíes dirían al respecto). Pero la carta de derechos de los judíos ultraortodoxos ciertamente no es extensible hacia otros que no formen parte de su club, israelitas como Tanya Rosenblit que están empezando a decir valerosamente ¡ya basta!

Benito Juárez, el Benemérito de las Américas, tenía una sabia observación al respecto: “el respeto al derecho ajeno es la paz”. Tal vez ya es hora que los ultras de Israel vayan aprendiendo el valor de esta máxima pronunciada por un célebre indígena de Oaxaca y que la vayan aplicando en sus vidas cotidianas. O dicho de otra manera: “Tú déjame vivir mi propia vida como se me dé la gana, y yo te prometo que jamás me meteré contigo y te dejaré vivir la tuya propia también como se te pegue en gana”.




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POST SCRIPTUM:


No sólo en las extremas derechas y en las extremas izquierdas hay individuos con complejos mesiánicos que apoyándose en lo que creen que son “revelaciones místicas espirituales venidas del más allá”, ponen manos a la obra tomando decisiones que los pueden arrastrar no solo a ellos mismos sino a millones de sus compatriotas a un precipicio sin fondo. Un ejemplo de ello es la reacción de algunos funcionarios altos del gobierno de Israel ante el programa nuclear de Irán. Ya se ha hablado previamente cómo, independientemente de que los sucesos en el Medio Oriente tal vez hayan sido previstos y anticipados cientos de años atrás por seres privilegiados con ciertos dones que desafortunadamente el resto no compartimos, lo que está sucediendo actualmente en esa región del mundo como consecuencia del fundamentalismo del gobierno de Irán y la actitud abiertamente anti-israelí de su líder, Mahmoud Ahmadinejad, se está acercando al equivalente de un demente que se está poniendo a jugar con cerillos encendidos cerca de un barril de pólvora. En esta situación, una sobrerreacción ante la amenaza lejos de apaciguar un poco la cosa puede terminar resultando no en un loco sino en dos o más que se están poniendo a jugar con cerillos encendidos cerca del barril de pólvora sin ponerse a reflexionar por un instante en que, si explota el barril de pólvora, los dos volarán en mil pedazos, ya que los fenómenos naturales no tienen por norma respetar o hacer distingos basados en cuestiones de raza, religión o creencias, son la cosa más democrática y más universal que pueda haber. Con el agravante de que, a diferencia de la pólvora, la región puede quedar radioactiva e inhabitable por cientos de años tanto para los iraníes como para los israelís, lo cual equivaldría, en efecto, a cerrar el último capítulo de la Biblia. El resto del mundo puede, desde luego, meterse en el asunto haciendo escalar el conflicto a proporciones planetarias, o puede quedarse cruzado de brazos viendo cómo los fundamentalistas de Irán y aquellos funcionarios israelís intransigentes con complejos mesiánicos se acaban mutuamente y acaban de paso con sus respectivos países convirtiendo a “la tierra que mana leche y miel” en un paraje estéril que quedará desolado e inhabitable por muchos años, limitándose a darles desde lejos un compadecido “adiós” y quizá levantándoles algunos monumentos a la estupidez humana. ¡Vaya manera de suicidarse!




Aunque una cantidad considerable de analistas dan por hecho de que Israel cuenta con bombas termonucleares en su arsenal (lo cual nunca ha sido ni negado ni aceptado oficialmente por el gobierno israelí), suponiendo ciertas las afirmaciones Israel ha actuado responsablemente al no haber utilizado dichas armas manteniéndolas a buen recaudo bajo siete llaves. Sin embargo, sólo se requiere de los servicios de algún político de alto rango con complejos mesiánicos y con capacidad para esta toma de decisiones para sacar esas armas del armario y usarlas sin meditar a fondo las consecuencias a largo plazo. (En cierta forma, esto debe recordar lo sucedido en México cuando, después de apoderarse de la Presidencia de México en una forma muy cuestionada, con escasa credibilidad acerca de la legalidad de su investidura y con acusaciones de fraude electoral pesando sobre su conciencia, el hombre de las derechas y las ultraderechas Felipe Calderón ávido de legitimarse y de demostrar con decisiones espectaculares que él merecía ser Presidente se trasladó a Michoacán para tratar de legitimarse con una acción espectacular, sacando al Ejército mexicano de los cuarteles e iniciando su guerra de legitimaciónen contra del narco. Más de cinco años después, la guerrita iniciada por Calderón tenía contabilizados más de 60 mil cadáveres además de las viudas y huérfanos detrás de esas decenas de miles de muertos, sin que ello haya producido escasez alguna en el mercado de drogas ilegales ni haya disminuído el consumo de las mismas y sin que la estructura financiera de los capos de la droga se haya visto afectada de modo significativo, descalabros que pese a todo no son reconocidos ni aceptados por Felipe Calderón que terminó creyéndose escogido por la Divina Providencia sobre el resto de los mexicanos y puesto en la silla presidencial de México -con fruade electoral y campañas negras y toda la cosa- para así poder dar inicio a tan desastrosa guerrita. Resulta difícil determinar si al dejar su descalabrada administración Felipe Calderón requerirá un confinamiento a un sanatorio psiquiátrico por su propio bien, aunque esto no será ya consuelo alguno para las miles devíctimas colaterales que la instalación en Los Pinos de este ungidotrajo consigo.)

La siguiente nota asienta las preocupaciones de algunos funcionarios prominentes de los servicios de inteligencia de Israel de que, encima de los fundamentalistas chiitas de Irán, también en Israel hay unos que presuntamente enceguecidos por complejos mesiánicos similares le están haciendo el juego a los iraníes, aumentando el peligro de una confrontación nuclear que puede terminar acabando con el Medio Oriente bajo un holocausto nuclear que, irónicamente, pondría a todos en paz en esa parte del mundo por vez primera. La paz de los sepulcros, esto es.

Ex-espía israelí advierte en contra una guerra “mesiánica” con Irán
Agencia REUTERS
28 de abril del 2012

Un ex jefe de espías israelí ha calificado a los líderes de su país de incompetentes para hacer frente al programa nuclear iraní por lo que describió como "sentimientos mesiánicos" detrás de sus amenazas de lanzar un ataque militar preventivo contra Irán.

Otros veteranos también han realizado recientemente críticas contra el primer ministro de Israel, Benjamin Netanyahu, y su ministro de Defensa, Ehud Barak, pero las declaraciones del ex jefe de inteligencia nacional Yuval Diskin fueron especialmente duras.




“No tengo fe en el primer ministro, ni en el ministro de Defensa”, dijo Diskin, que renunció como jefe del Shin Bet hace un año, en un discurso transmitido parcialmente el sábado por Radio Israel.

“Realmente no tengo fe en unos líderes que toman decisiones a partir de sentimientos mesiánicos”, afirmó.

Los términos catastróficos con los que Netanyahu y Barak describen la perspectiva de un Irán dotado con armas nucleares han generado preocupación en Israel y el exterior, ante la posibilidad de un ataque militar contra un programa de enriquecimiento de uranio que Teherán describe como pacífico.

Las potencias mundiales están intentando controlar las ambiciones nucleares de Irán a través de sanciones y en mayo se reanudarán unas negociaciones multilaterales con la república islámica.

Aunque Israel ha amenazado con lanzar un ataque preventivo si la diplomacia no arroja buenos resultados, algunos expertos creen que se podría tratar de una estrategia para presionar a Irán, lo que hace más difícil interpretar la serie de comentarios realizados por responsables de seguridad.

Las declaraciones de Diskin se producen días después de que el jefe militar de Israel, el teniente general Benny Gantz, dijera que Irán era “muy racional” y que era poco probable que elaborase un arma nuclear desafiando a la comunidad internacional, aparentemente desestimando los argumentos a favor de un eventual ataque.

Al aludir la retórica del fervor religioso que los israelíes normalmente asocian a los enemigos islamistas, Diskin se mostró aun más crítico con Netanyahu y Barak.

“Los he visto de cerca (...) No son personas en las que yo, personalmente, confiaría como capaces de liderar a Israel en un evento de tal escala (como un ataque preventivo contra Irán)”, sostuvo.

La oficina del primer ministro y el Ministerio de Defensa no respondieron inmediatamente a las declaraciones de Diskin.

En los tiempos de la Guerra Fría entre los Estados Unidos y la Unión Soviética, hubo quienes propusieron otra manera más cuerda de arreglar los diferendos entre ambas potencias sin recurrir a la amenaza de una guerra nuclear y sus desastrosas consecuencias, consistente en arreglar en un ring de box un match pugilístico entre los líderes de ambas naciones dándoles la oportunidad de defender el honor nacionalpegándose duro entre ambos con todo, y al concluír la pelea no habría más lesionados que los dos arriba del ring, proclamándose un ganador y un perdedor posiblemente tendido sobre la lona sin necesidad de tener que andar quemando átomos o el presupuesto nacional. A como están las cosas en el Medio Oriente, tal vez los iraníes y los israelíes deberían de darle una consideración muy seria a esta posibilidad que seguramente hasta el mismo Moisés aprobaría.
Axact

Anxius Veritas - Equipo de Redacción

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