En una carta de la cual se tuvo noticia por vez primera a principios de junio del 2011, parece confirmarse la sospecha de que el plan para la aniquilación total de todos los judíos de Europa (no solo de los judíos alemanes, sino los judíos de toda Europa) ya estaba en los planes de Hitler mucho antes de que este llegara al poder en Alemania.

Exhiben por primera vez la carta de Hitler que cambió la historia
lanacion.com
21 de octubre del 2011

Diez meses después del final de la primera Guerra Mundial, un veterano alemán que había participado en la contienda escribió cuatro carillas en las que daba fundamentos para tratar “la cuestión judía” desde un punto de vista racional (¿?). Tenía 30 años y la firmó de puño y letra en tinta negra, con su letra redondeada: “Respetuosamente, Adolf Hitler”.




La carta está fechada en 1919, décadas antes de la Shoá (el Holocausto). En ella, el entonces soldado alemán de 30 años nacido en Austria plasmó lo que parecen ser sus primeros comentarios sobre la aniquilación de los judíos.

“El peligro que representa el judaísmo para nuestro pueblo se expresa en la innegable aversión de grandes secciones de nuestro pueblo”, escribió Hitler en alemán. “La causa de esta aversión surge principalmente del contacto personal y de la impresión personal que dejan los judíos como individuos, que casi siempre es desfavorable”, asegura el genocida en el escrito.

En otro pasaje de la misiva, Hitler dice que un gobierno poderoso podría manejar la “amenaza judía” al negar sus derechos, pero que “su meta final debe ser la remoción inquebrantable de todos los judíos”. Aunque fue originalmente una respuesta a un colega en el comando militar, Adolf Geimlich, el documento es considerado relevante porque demuestra desde cuándo estaba creando sus ideas antisemitas.

Hallada casi 70 años después de haber sido escrita, ahora por primera vez se muestra al público en el Museo de la Tolerancia de la ciudad de Los Angeles, en Estados Unidos.

A fines de mayo de este año, el Centro Simon Wiesenthal, con sede en Los Angeles, compró el original por 150.000 dólares de un corredor de antigüedades en California. Antes, la carta había pertenecido a un corredor en Kansas que la adquirió del soldado estadounidense William F. Ziegler.

La carta dice al final:

___Mit vorzüglicher Hochachtung
___Adolf Hitler

que significa “Le saluda atentamente, Adolfo Hitler”. La carta es auténtica, de eso no existe absolutamente ninguna duda al respecto, como tampoco existe duda alguna sobre la autenticidad de la firma de Hitler.

La carta es reveladora porque demuestra que, mucho antes de convertirse en dictador absoluto de Alemania, Hitler ya tenía como objetivo el asesinato total y absoluto de todos los judíos de Europa, lo cual hoy se entiende que no sólo incluía a los judíos “puros”, sino también a los medios judíos descendientes de alemanes arios “puros” y judíos “puros”, así como a los “cuarterones” judíos (con algún abuelo o abuela de ascendencia judía), como a cualquiera al que se le pudiera encontrar algún ascendente judío en su árbol genealógico aún después de varias generaciones. El odio manifestado en dicha carta por Hitler en contra de los judíos es total y absoluto. La carta prueba que Hitler ya desde su juventud tenía su cerebro completamente contaminado con las fantasías ultraderechistas de la “gran conspiración judía masónica comunista”, resultado directo de la lectura del fraude literario más grande de todos los tiempos Los Protocolos de los Sabios de Sión y de la traducción al alemán del libro El Judío Internacional del rabioso industrial norteamericano antisemita Henry Ford. Esta es la misma literatura con la cual la extrema derecha mexicana continúa infectando a la juventud mexicana en la clandestinidad reclutando a jóvenes para la integración de sus legiones para la toma absoluta del poder en México, en lugares tales como la Universidad Autónoma de Guadalajara. A esta literatura chatarra, Hitler que no era ni académico ni historiador ni maestro de nada sino simple cabo (sin intención de ofender a los elementos activos del Ejército) le agregó su propia cosecha titulada Mi Lucha.

¿Quién o quiénes indujeron a Hitler en su juventud al mundo de la extrema derecha antisemita? Nadie cuando nace viene al mundo con tales ideas en la cabeza, esas ideas necesariamente tienen que ser metidas en la cabeza por gente que ya está contaminada con tales ideas. Las pocas neuronas cerebrales de juicio sanas que Hitler tenía (suponiendo que las tuviera) terminaron de ser carcomidas por la ideología de la cual él fue el mayor propulsor y continuador en el siglo XX, a tal grado que si el mal aún subsiste es en gran medida por culpa suya. Pero en relación a los fanatizadores que desviaron a Hitler por ese camino, cuyas identidades tal vez permanecerán como uno de los grandes misterios de la Historia, les toca buena parte de la culpa por lo que terminaron desencadenando.

La carta no menciona específicamente la construcción de campos de exterminio. Pero al hablar de la remoción de todos los judíos de Europa, Hitler no se refería en ningún momento a la deportación forzada de los judíos europeos hacia alguna isla en la Polinesia. Ya tenía en mente llevar a cabo el mayor asesinato colectivo en la Historia de la humanidad. Aunque algunos cuantos judíos se pusieron a salvo emigrando hacia el continente americano o hacia otros países menos hostiles que la Alemania Nazi, en su gran mayoría se trata de judíos que se fueron usando para ello sus propios recursos, no hubo deportación masiva de judíos hacia ninguna otra parte del mundo porque las intenciones de Hitler no eran deportarlos, era matarlos. Este es el mismo demonio al cual se venera en propaganda ultraderechista como el libro Derrota Mundial del endurecido neofascista cristero mexicano Salvador Borrego Escalante, el cual haciendo gala de cinismo e hipocresía siempre ha negado ser antisemita.

La revelación de la carta firmada por el mismo Hitler se suma a las evidencias que desmienten la patraña ultraderechista según la cual el holocausto Nazi “nunca ocurrió”. Eso es lo que dicen los revisionistas negacionistas de la extrema derecha como David Irving, Joaquín Bochaca y Salvador Borrego Escalante. Pero si eso fuera cierto inclusive a medias, Alemania no estaría emprendiendo un último esfuerzo para llamar a cuentas a los deshumanizados carniceros de Hitler que tras ser protegidos en España por Francisco Franco o en Argentina o en Paraguay o inclusive asilados en los Estados Unidos, ahora en su edad avanzada enfrentan la posibilidad de terminar pudriendo sus últimos años, meses o semanas que les queden de vida en una mazmorra, aunque en realidad ningún sistema de justicia ha concebido un castigo apropiado que pueda estar a la par con los crímenes que esos dementes cometieron:

Busca Alemania a los últimos criminales de guerra Nazis
Associated Press
5 de octubre del 2011

La fiscalía alemana ha reanudado centenares de investigaciones archivadas de ex guardias de los campos de exterminio nazis y otros sospechosos que podría ser acusados ahora conforme a un nuevo precedente logrado con la condena del ex obrero automovilístico estadunidense John Demjanjuk.

Dada la avanzada edad de todos los sospechosos -los más jóvenes median los 89 años- el jefe de la fiscalía alemana dedicada a investigar los crímenes de guerra de la era nazi dijo que las autoridades no aguardarán a que concluya el proceso de apelación de Demjanjuk.

“No queremos esperar mucho tiempo, por lo que ya hemos iniciado nuestras investigaciones”, dijo el fiscal Kurt Schrimm.

Demjanjuk, ahora de 91 años, fue sentenciado en mayo por 28 mil 60 cargos por complicidad de asesinato por trabajar como guardia en el campo de exterminio de Sobibor, en Polonia, durante la ocupación nazi.

Es la primera vez en que los fiscales logran condenar a alguien en un caso de la era nazi sin contar con pruebas directas de que el sospechoso haya participado en una muerte en concreto.

Kurt Schrimm, jefe de la oficina de la fiscalía que investiga crímenes de guerra nazis, dijo que busca a otros posibles sospechosos que podrían seguir vivos y acusarlos una vez que la apelación de Demjanjuk llegue a una audiencia.

“No queremos esperar demasiado, así que de antemano hemos iniciado nuestras investigaciones”, dijo el fiscal Schrimm.

Mientras tanto, Efraim Zuroff, el mayor cazador de nazis del Centro Simon Wiesenthal, dijo que lanzaría una nueva campaña en los próximos dos meses -que sucede a su Operación Ultima Oportunidad- para rastrear a los criminales de guerra nazis restantes.

Agregó que la sentencia a Demjanjuk ha abierto puertas a los fiscales que nunca pensó que podrían ser posibles.

“Podría ser un capítulo final muy interesante”, dijo vía telefónica desde Jerusalén. ”Esto tiene implicaciones tremendas incluso a estas alturas”.

Luego de 18 meses de testimonios, una corte de Munich halló culpable a Demjanjuk y lo sentenció a cinco años de prisión.

Demjanjuk, que niega haber trabajado como guardia, se encuentra actualmente libre y vive en el sur de Alemania mientras espera su apelación.

Tras el anuncio histórico de que Alemania emprendería una cacería para llamar a cuentas a los carniceros de Hitler, siguió otra noticia que seguramente hará que Hitler y sus adoradores se revuelquen de coraje en sus tumbas o en los recintos infernales en donde han de estar pasando un mal rato: una alianza conjunta entre Alemania e Israel para buscar y castigar a los Nazis sobrevivientes que puedan ser encontrados y puedan ser enjuiciados y procesados, con pruebas en la mano, de sus horrendos crímenes. Si como lo afirman fascistas de la nueva hornada como Joaquín Bochaca realmente fuera cierto que el Holocausto de millones de seres humanos nunca ocurrió por ser “una fantasía inventada por los judíos” para desacreditar a la ultraderecha alemana que hizo de las suyas en los tiempos de gloria de la locura Nazi, el gobierno alemán no perdería un solo minuto de su tiempo ni invertiría un solo marco alemán en el intento final por enjuiciar a las bestias sub-humanoides que según los literatos del revisionismo neo-fascista “nunca lo fueron”:

Israel y Alemania inician campaña caza-nazis
Agencia EFE
6 de octubre del 2011

Israel y Alemania han iniciado una campaña legal para perseguir y llevar a juicio a cientos de criminales de guerra nazis, informa hoy el diario israelí Haaretz.

Tras la condena el pasado mayo del ucraniano John Demjanjuk, el centro caza-nazis Simón Wiesental ha empezado una estrecha cooperación con representantes de la Oficina Central de las Administraciones de Justicia del Estado, en Stuttgart, para acelerar la investigación de casos similares.

Según el rotativo, hay una lista formada por unos 4 mil nombres de sospechosos, si bien muchos de ellos estarían muertos o enfermos y no podrían ser sometidos a juicio.

La iniciativa se produce después de que Demjanjuk, de 91 años, fuese condenado el pasado 12 de mayo en Múnich a cinco años de cárcel por complicidad en el asesinato de 28 mil 060 judíos durante el nazismo, tras haber sido deportado de EEUU, donde vivía desde los años 50.

El condenado, nacido en Ucrania en 1920, fue capturado por los nazis en 1942 siendo soldado soviético y convertido en guarda voluntario o “Trawniki” del campo de exterminio de Sobibor, en la Polonia ocupada.

Su condena en mayo fue por “complicidad en el Holocausto” y por “participación en la maquinaria exterminadora nazi”, no porque se le pueda atribuir ningún caso concreto de asesinato, en los 28 mil 060 judíos muertos en Sobibor en los seis meses en que sirvió ahí.

El campo de Sobibor fue construido exclusivamente para el exterminio de judíos deportados de toda Europa, que eran asesinados en las cámaras de gas pocas horas después de su llegada.

Su caso es el primero en que se ha obtenido una condena en un caso de nazismo sin evidencias directas de participación en un asesinato específico, por lo que abre la puerta a futuras condenas de ese tipo.

El Centro Simon Wiesenthal intenta que, tras esta sentencia, el sistema judicial alemán comience a tramitar miles de casos similares, que podrían sentar a decenas de sospechosos en el banquillo.

Los envilecidos carniceros Nazis no solo mataron a centenas de millares de soldados ingleses, rusos, norteamericanos, franceses, polacos, serbios, en fin, a todo aquél que se les pusiera enfrente. Mataron también a centenas de millares de civiles, principalmente judíos de ambos sexos y de todas las edades, mujeres, ancianos, niños y niñas, bebés, en fin, todo lo que pudieran matar, movidos por el solo placer de matar. Por ello resultó irónico que al mismo tiempo que las anteriores noticias acaparaban la atención de los reflectores mundiales, la Academia Real de Suecia encargada de seleccionar a los ganadores de los Premios Nóbel haya escogido como recipiente del Premio Nóbel de Química 2011 a un científico judío, honrando con ello sus importantes contribuciones al conocimiento humano:

Gana Nobel de Química tras años de críticas
Associated Press
5 de octubre del 2011

El científico israelí Daniel Shechtman ganó ayer el Premio Nobel de Química de 2011 por un descubrimiento que inicialmente le hizo padecer escepticismo y burlas, incluso su expulsión de un equipo de investigación, antes de ganar una amplia aceptación como un avance fundamental.

Mientras hacía investigaciones en Estados Unidos en 1982, Shechtman descubrió una nueva estructura química en forma de mosaico –los cuasicristales– una estructura química que hasta entonces se consideraba imposible.

Shechtman estudiaba una mezcla de aluminio y manganeso en un microscopio de electrones cuando halló una configuración de átomos, similar a los mosaicos islámicos, que nunca se repetía y parecía desafiar las leyes de la naturaleza.

Aunque concluyó que la ciencia estaba equivocada, tendrían que pasar años para que él y otros investigadores demostraran que tenía razón.

Desde entonces, los cuasicristales se han producido en laboratorios. Una compañía sueca los halló en una de las formas más duraderas del acero, que ahora se usa en productos que van desde hojas de afeitar hasta agujas finísimas fabricadas especialmente para la cirugía ocular, dijo la Real Academia Sueca en la fundamentación del premio.

Los cuasicristales también están siendo estudiados para su posible aprovechamiento en materiales nuevos que conviertan el calor en electricidad. Estos fueron descubiertos por primera vez de forma natural en Rusia en 2009.

A pesar de la reticencia inicial de la comunidad científica, el descubrimiento de Shechtman “cambió fundamentalmente la forma en que los químicos consideran la materia sólida”, dijo la academia en su citación.

El científico recibirá el premio de 10 millones de coronas suecas (un millón y medio de dólares) junto con los otros ganadores del Nobel durante una ceremonia en Estocolmo, el 10 de diciembre.

“Me siento espléndidamente”, dijo Shechtman, de 70 años, profesor distinguido en el Instituto de Tecnología de Israel en Haifa, a The Associated Press después de recibir la noticia.

En términos químicos, un cristal es una estructura atómica regular dentro de un material. El cuasicristal presenta una estructura que los científicos consideraban imposible. La configuración atómica dentro de un material influye sobre las propiedades físicas del material.

“Su batalla obligó a los científicos a reconsiderar su concepción de la naturaleza misma de la materia”, dijo la academia.

Nancy B. Jackson, presidenta de la Sociedad Estadounidense de Química, calificó el hallazgo de Shechtman como “uno de esos descubrimientos científicos que van contra las reglas”. Cuando Shechtman anunció haber descubierto una configuración inusual de átomos, dijo la presidenta, “pensaron que atentaba contra las reglas de la naturaleza”.

Recién más adelante algunos científicos se dieron cuenta que ellos mismos habían visto cuasicristales sin saber qué eran, agregó Jackson.

Staffan Normark, secretario permanente de la Real Academia Sueca, dijo que era uno de los pocos logros merecedores del Nobel que podían rastrearse a un día específico.

Los cristalógrafos siempre creían que todos los cristales tenían simetría rotacional, de modo que cuando rotan, lucen iguales. El 8 de abril de 1982, mientras estaba en un año sabático en la Oficina Estadounidense de Medidas y Tecnología en Washington, D.C., Shechtman observó por primera vez cristales con 10 puntos, o simetría pentagonal, lo que para la mayoría de los científicos era imposible.

“Les dije a todos los que quisieran escucharme que tenía material con simetría pentagonal y lo único que hicieron fue reírse de mí”, recordó.

Durante meses trató de persuadir a sus colegas sobre su hallazgo, pero se negaron a aceptarlo. Finalmente le pidieron que se retirase de su grupo de investigación y se mudó a otro dentro del mismo instituto.

Shechtman regresó a Israel, donde halló un colega dispuesto a trabajar con él en un artículo que describió el fenómeno. El informe fue rechazado inicialmente, pero al final fue publicado en noviembre de 1984 ante el furor y rechazo de los círculos científicos.

En 1987, amigos de Shechtman en Francia y Japón lograron producir cristales suficientemente grandes para repetir y verificar lo que aquél había descubierto con el microscopio electrónico.

Sara Snogerup Linse, de la Academia, dijo sobre los cuasicristales que “los seres humanos han creado pautas similares a escala macroscópica con la ayuda de mosaicos de cerámica, acolchados cuadriculados, etcétera, pero lo nuevo es que también se halló en el mundo de las moléculas y los átomos”.

Cabe destacar que es precisamente en el Estado de Israel (el cual tiene y practica la única democracia que hay en todo el Medio Oriente) en donde radican la mayor cantidad de Premios Nóbel en ciencias que hay en el Medio Oriente. En cambio los palestinos que están empecinados en echar a los judíos del Medio Oriente no solo no tienen ni un solo Premio Nóbel para presumir, sus científicos ni siquiera han logrado un solo hallazgo o avance científico que valga la pena mencionar. ¿Y para eso quieren quedarse con el territorio en el que hoy está asentado Israel? ¿Para convertirlo en un páramo yermo sin nada que lo habite más que enjambres y enjambres de harapientos musulmanes fundamentalistas cometiendo actos suicidas en contra de ellos mismos y otros musulmanes?

Científicos como Daniel Shechtman son precisamente la clase de gente a la cual Adolfo Hitler y sus alucinados seguidores querían borrar de la faz del planeta. Aunque suene horrible decirlo, resulta afortunado que Hitler haya perseguido y expulsado a todos los cientificos judíos de renombre de la Alemania Nazi en vez de que se le ocurriera utilizarlos en beneficio del Tercer Reich (engañándolos con promesas de gloria y premios en abundancia) para que le construyeran una bomba atómica, en cuyo caso muy posiblemente le podrían haber puesto una bomba atómica en sus manos en tan solo 5 años. Ciertamente, Hitler pudo haber hecho tal cosa, convencer a los más eminentes científicos judíos-alemanes que trabajaran en beneficio del Tercer Reich, porque una cosa que nadie le disputa ni le cuestiona a Hitler (inclusive sus más acérrimos enemigos y detractores) es que tenía una facultad excepcional para convencer y fanatizar, para lavar cerebros. Y hoy sabemos perfectamente lo que Hitler hubiera hecho si hubiera tenido la bomba atómica en sus manos. De ello no hay duda alguna, excepto, claro está, en las mentes fundamentalistas de los ultraderechistas contemporáneos y las sociedades secretas como el Yunque y los Tecos en donde se juntan en México para conspirar y planificar sus maldades.

De cualquier modo, y en contra de los mitos tendenciosos que pregona la extrema derecha en sus escritos antisemitas, en Alemania había científicos judíos-alemanes de renombre que verdaderamente la amaban como patria propia. Uno de ellos fue Max Born, famoso por ser uno de los creadores de la física moderna de los quantums:




Pese a haber sido vejado, humillado y perseguido por los Nazis, Max Born quería tanto a lo que él siempre consideró como su hogar, Alemania, que este hombre, pudiendo haberse ido a vivir en la opulencia por el resto de sus días a los Estados Unidos en donde todas las instituciones académicas de prestigio se habrían peleado entre sí para quedarse con él, o pudiendo haberse ido a vivir al recién fundado Estado de Israel en donde lo habrían recibido entre aclamaciones y posiblemente le habrían encargado la fundación de una universidad o instituto tecnológico de alto calibre como Technion, en vez de mostrar una actitud de resentimiento decidió en cambio volver a Alemania al finalizar la Segunda Guerra Mundial para ayudar en la reconstrucción del país que se encontraba devastado, contribuyendo personalmente a la formación de una nueva generación de científicos que volverían a darle brillo y Premios Nóbel a Alemania. Max Born vivió hasta el final de sus días en Alemania, siendo enterrado en Göttingen por una población agradecida. ¿Y por qué son incapaces los literatos de la extrema derecha como David Irving, Joaquín Bochaca y Salvador Borrego de reconocer estos gestos de nobleza y humildad? Pues porque para ellos “todos los judíos son iguales” y “todos los judíos son malos”, incluyendo judíos-alemanes como Max Born y Felix Mendelssohn, sin hacer distinción alguna. Pero como dice el refrán, “el que escupe al cielo le cae en la cara”.

1 COMMENTS:

Blogger ANTINAZI said...
maravillosos comentarios Spectator, a veces me sorprende como tenemos en común la misma forma de pensar, es difícil expresar las ganas que tengo de conocerte y compartir una buena charla contigo, como alguien que tiene el INMENSO INFORTUNIO de ser alumno del agujero de fascistas de la UAG, admiro tu trabajo.

Mucha Suerte y sigue así.

Seria muy buenos si pudieras exponer tus trabajos a gente del gobierno de los Estados Unidos, gente de las fuerzas armadas, de la CIA del FBI, para tengan bien vihilados a los perros fascistas TECOS.
SÁBADO, 05 NOVIEMBRE, 2011
Axact

Anxius Veritas - Equipo de Redacción

La verdad os hará libres... y la mentira, fanáticos.

Deja un comentario:

0 comentarios: