En la literatura de la extrema derecha
mexicana promocionada desde la ciudad de Guadalajara entre los años
sesenta y los años ochenta por la sociedad ultrasecreta Tecos
de la Universidad Autónoma de Guadalajara, la misma que ha estado
conspirando desde hace décadas para infiltrar por dentro al gobierno de
México apoderándose de las redes del poder y así imponer su reino de
terror ultraderechista sobre el pueblo de México actuando como una
especie de masonería del neofascismo,
uno de sus temas favoritos inspirado en la burda fantasía de “la gran
conspiración judía masónica comunista” según la cual el comunismo se
apoderaría del mundo “promoviendo la revolución mundial”, era el burdo
alegato de que China, dizque “controlada por judíos chinos” (otra más de
las burdas fantasías inventada sobre el tema de los judíos de Kaifeng)
colaboraría en la instauración mundial del comunismo marxista con
ejércitos integrados por millones y millones de rudos soldados armados
hasta los dientes. El nivel de histeria anticomunista fue elevado con
creces por los ultraderechistas mexicanos quienes pegaron un grito que
llegó hasta el polo Norte al denunciar la apertura diplomática de
Estados Unidos hacia China que comenzó en abril de 1971 con lo que hoy
se conoce como la diplomacia del ping-pong.
¿Acaso no estaban allí todas las pruebas -decían los ultraderechistas
de Guadalajara- de que los judíos norteamericanos habían llevado a cabo
la apertura diplomática con los “judíos chinos” de la República Popular
de China para juntos apuntalar al comunismo mundial y juntos llevar a
cabo la conquista del planeta esclavizando a la civilización occidental?
Y con estos argumentos, los matones reclutados subrepticiamente en
muchos lugares (como el Pentatlón fundado en Guadalajara por el
conspirador Zar de la Ultraderecha
para formar su propio ejército privado con unas tropas leales y
disciplinadas como las que tenía Hitler en la Alemania Nazi en las SS se
fanatizaban hasta la locura), entraban en una histeria paranoica
permanente creyendo honestamente que “la conquista marxista judía” del
mundo libre no era ya cuestión de unos cuantos años si no de unos
cuantos meses.
Pues bien,
han transcurrido los años, y la siguiente nota dá un recuento sobre el
resultado histórico que ha tenido China por haber estado gobernada por
el Partido Comunista Chino todos estos años:
Economía de China creció 10.3% en 2010
Agencia EFE
20 de enero del 2010
El Producto Interno Bruto (PIB) de China creció el 10.3 por ciento en 2010, por encima de previsiones del 9.2% y pese al deseo gubernamental de enfriar la economía, con el Índice de Precios al Consumo (IPC) situado en el 3.3%, tres décimas más que el objetivo marcado.
El valor nominal del PIB de China alcanzó los 6.05 billones de dólares en 2010, informó el director de la Oficina Nacional de Estadísticas, Ma Jiantang, al presentar ayer los datos.
El IPC anual, principal índice de la inflación, y que preocupa al Gobierno, no subió más en 2010 por la moderación de los precios de los alimentos en diciembre.
El último mes del año, el IPC fue mayor del 4.6% respecto al mismo mes de 2009 aunque menor que el 5.1% de noviembre, el más alto en dos años.
Según afirmaron ayer analistas independientes, las medidas de control puestas en marcha para evitar el sobrecalentamiento económico no dieron todo el resultado esperado, pues a medida que avanzaba el año se disparaba el crecimiento hasta llegar al último trimestre de 2010 con el 9.8% de aumento y por encima del 9.6% del tercer trimestre.
Las mismas fuentes destacaron que el fuerte incremento de las exportaciones chinas en la última parte de 2010 fue decisivo para el aumento del porcentaje del PIB, mayor que el deseado.
Según la Administración General de Aduanas (AGA), las exportaciones chinas en 2010 crecieron el 31.3% en 2010 y se situaron en 1.58 billones de dólares.
También aumentaron las importaciones chinas en el 38.7% para situarse en 1.39 billones de dólares en 2010, lo que elevó los ingresos aduaneros de China a 189 mil 900 millones de dólares, incremento anual del 35.9%, dijeron ayer las autoridades aduaneras.
El director de la Administración, Sheng Guangzu, destacó la influencia del comercio en la recuperación económica.
El crecimiento económico del 10.3% en China en 2010 representó un aumento del 1.1 puntos respecto al de 2009 (9.2 por ciento) y fue superior a las predicciones mayoritarias de los economistas, que lo situaban en el 10.1%.
Las autoridades temen un repunte inflacionario durante el Festival de Primavera o fiestas del Año Nuevo Chino en las próximas semanas por el incremento de la demanda de los alimentos y la consecuente subida de los precios.
El IPC, principal índice de la inflación, había bajado el 0.7% en 2009 y el Gobierno había previsto como tope el 3% en 2010, no cumplido según los datos oficiales publicados ayer.
Por otra parte, el Índice de Precios al Productor (PPI), otro termómetros de la inflación que mide el valor de las mercancías al por mayor (PPI, siglas en inglés), creció el 5.5% en 2010, pero en diciembre había crecido el 5.9% y el 6.1% en noviembre.
De
haber sido ciertas todas las locas fantasías urdidas por la extrema
derecha mexicana de que “los judíos están trabajando para la dominación
del mundo entero” (popularizadas en libros de propaganda chatarra como Israel Manda
escrito por un dizque “Duque de la Victoria”), el Estado de Israel y
no la China comunista debería ser hoy la primera superpotencia mundial
del orbe; gobernado además monárquicamente por “un rey de la casa de
David” (otra de las locas fantasías de los ultraderechistas mexicanos). A
como están las cosas , Israel ocupa un lugar muy distante de la China
comunista en la clasificación de las economías mundiales (al cerrar el
2010, un estudio exhaustivo de la fundación Heritage colocó
a Israel en el lugar número 49 de la lista con una calificación de
libertad económica de 68.5), aunque de cualquier manera existe la
impresión generalizada entre muchos economistas de que el judío promedio
de Israel vive mejor que el mexicano promedio que está siendo
prácticamente gobernado por el Yunque.
La nota anterior se puede complementar con la siguiente nota aparecida el mismo día:
Prevé Japón caída como segunda economía
Agencia EFE
20 de enero del 2010
Japón dio ayer por hecho que China lo ha superado como segunda economía mundial, a falta de divulgar a mediados de febrero el crecimiento de su PIB durante el último trimestre de este año.
El ministro nipón de Política Económica, Kaoru Yosano, admitió ayer que “probablemente” China superó a Japón como segunda potencia económica del planeta, al tiempo que consideró positivo para su país el fuerte crecimiento chino, informó la agencia local Kyodo.
China anunció ayer que su Producto Interno Bruto (PIB) creció un 10.3 por ciento en 2010 hasta suponer algo más de seis billones de dólares en términos nominales.
Según las estimaciones del Gobierno japonés, el valor del PIB nipón supuso previsiblemente el año pasado unos 5.5 billones de dólares, si bien el dato oficial no se conocerá hasta que el 14 de febrero, cuando se publique el crecimiento entre octubre y diciembre.
Entre enero y septiembre, Japón había logrado mantener su título de segunda potencial mundial frente a China, aunque por escaso margen. En esos nueve meses, el valor del Producto Interior Bruto japonés fue de 3.967 billones de dólares frente a los 3.947 billones de China.
En el último trimestre del año, el Gobierno de Japón descuenta que hubo una desaceleración a causa de la caída de las exportaciones y del consumo, frente al crecimiento del 4.5 por ciento del PIB que registró entre julio y septiembre.
Ayer, el ministro Yosano dijo que se alegra de que la vecina China progrese y consideró que “Japón debería buscar un crecimiento económico basado en la innovación”.
El Banco de Japón (BOJ) prevé que Japón crezca un 2.1 por ciento durante este año fiscal, que concluye en marzo de 2011, y lo haga en un 1.8 por ciento en el siguiente ejercicio, aunque los analistas prevén una revisión ligeramente al alza para los próximos días.
El
espectacular crecimiento de la economía de China no tiene paralelos en
las economías del mundo occidental. Y, se repite, China ha sido y sigue
siendo gobernada por el Partido Comunista de China, para disgusto y
coraje de las sociedades secretas anti-izquierdistas de México como la
Organización Nacional del Yunque.
¿Realmente
era China el enorme peligro que los enloquecidos ultraderechistas de
Guadalajara afirmaban que era? ¿Realmente eran los chinos “una bola de
comunistas muertos de hambre” epítome de “las razas inferiores” de las
que hablaban los Nazis alemanes? ¿Realmente eran tan irresponsables los
chinos como para haber estado planeando todos estos años junto con los
judíos de Nueva York la promoción de una revolución mundial para
apoderarse del planeta Tierra? Una respuesta a esto la tenemos en la
siguiente nota que también apareció el mismo día en el que aparecieron
las dos notas anteriores:
Mandatario de ‘El Dragón’ ve normal la fricción con Estados Unidos
Agencia EFE
20 de enero del 2010
El presidente chino, Hu Jintao, afirmó ayer que, dadas las diferencias entre China y EU, es “normal” que ambos países tengan fricciones, pero reiteró su compromiso para seguir forjando una relación bilateral basada en el “respeto y beneficio” mutuos.
Ante las diferencias culturales y políticas, “es normal que tengamos desacuerdos y fricciones”, dijo Hu, durante un discurso ante líderes empresariales y del Gobierno de EU.
Al delinear los puntos clave de su política exterior hacia Estados Unidos, el mandatario chino señaló que la relación bilateral goza de una profundidad “sin precedente”, pero reiteró en numerosas ocasiones la necesidad de continuar trabajando para mejorarla aún más en base al “respeto mutuo”, y al “beneficio mutuo”.
China “jamás buscará la hegemonía” ni representa una amenaza militar para ningún país porque, al contrario, cree en la búsqueda de soluciones pacíficas a los conflictos, enfatizó Hu, quien fue presentado ante el foro empresarial por el ex secretario de Estado Henry Kissinger.
Flanqueado por las banderas de ambos países, Hu agregó que EU y China están comprometidos con la “paz mundial” y la estabilidad del orden internacional, mientras continúan trabajando para promover el desarrollo económico y la “plena recuperación de la economía mundial”.
En ese sentido, Hu dijo que, “aunque permanecen las incertidumbres”, la economía mundial está regresando a la vía del crecimiento y, en todo caso, la recuperación es un “proceso tortuoso”.
El mandatario chino también enfatizó la necesidad de profundizar la cooperación en Asia oriental y el Pacífico.
Hu pronunció ese discurso poco después de realizar una ronda de reuniones en el Capitolio con los principales líderes demócratas y republicanos de ambas cámaras del Congreso, en las que también dominó el tema económico, la seguridad y los derechos humanos.
Los vínculos económicos, de hecho, han causado fricciones en años recientes en la relación bilateral, sobre todo ante el malestar de las autoridades estadounidenses por la manipulación del yuan que, a su juicio, perjudica a los sectores de manufactura y exportación en este país.
El miércoles pasado, ambos países anunciaron un acuerdo de 45 mil millones de dólares, que incluye 19 mil millones de dólares en la compra de 200 aviones de la empresa estadounidense Boeing.
Según dijo el presidente Barack Obama, ese acuerdo contribuirá a crear 235 mil empleos en Estados Unidos, además del medio millón de empleos que ya han generado las exportaciones estadounidenses a China.
Lo
expresado por el Presidente chino Hu Jintao no parece ser la postura de
un gobierno irresponsable obsesionado por “apoderarse del mundo” (como
los paranoides y codicicosos Tecos de
Guadalajara sí lo han estado haciendo complotando para apoderarse del
gobierno federal de México infiltrándolo por dentro para el
establecimiento de un gobierno paralelo secreto al gusto de ellos).
Son muy pocos los miltantes del Yunque y los Tecos
que están al tanto de que el odio ultraderechista que se les ha sido
inculcado en contra de la China comunista incorpora viejas ideas que
nada tienen que ver con el comunismo y que predatan a la formulación del
marxismo-leninismo. Antes de que hubiera una Alemania Nazi, hubo una
Alemania militarista, colonialista, y ultranacionalista, la Alemania del
Kaiser Guillermo II, el cual acuñó en septiembre de 1895 la frase gelbe Gefahr que traducida al castellano significa “amenaza amarilla”,
una clara referencia a los asiáticos en general y no sólo a China.
Presuntamente fue el mismo Kaiser el que pintó el cuadro conocido como
el “cuadro Knackfuss” y que ordenó que se colgara en todos los barcos
del Hamburg America Line
mostrando al Arcángel Miguel convocando a los europeos a una defensa en
contra de “la amenaza amarilla” representada por un Budda dorado:
junto con la frase Völker Europas, wahrt eure heiligsten Güter
(“pueblos de Europa, cuiden a sus dioses más preciados”). Estamos
hablando aquí de xenofobia germana pura, en su más concentrada y
destilada expresión, la misma xenofobia que fue posteriormente mezclada
por los mismos Nazis alemanes con las teorías de Darwin acerca de “la
ley de supervivencia del más fuerte” para reclamar para sí la
superioridad que supuestamente les daba su carácter de “arios” junto con
el supuesto derecho basado en la supuesta superioridad para invadir a
Europa en su totalidad y esclavizar a los “no-arios” poniéndolos a su
servicio o exterminarlos inclusive por ser “razas inferiores”. En la
mitificación del “arianismo” y la xenofóbica vilificación de los
asiáticos como “hordas destructoras formadas por razas salvajes
inferiores”, de nada sirvió que Atila
al cual se le ha hecho bastante mala fama como “el azote de Dios”
tomara la increíble decisión de no invadir Italia tras una conversación
que tuvo con el Papa León I,
pese a que, de haberlo querido, podría no sólo haber invadido Italia
sino ir más lejos hasta barrer de la faz del continente europeo al
Cristianismo (quedan pocas dudas de que el “ario” Hitler, de haber
estado en el lugar de Atila, sí habría continuado la invasión hasta
llegar a lo que hoy son España y las islas británicas, cometiendo los
mismos actos de barbarie y genocidio que distinguieron a sus hordas
“arias” en el siglo veinte). Guardadas las proporciones, y vista la
locura invasora y atroz desencadenada sobre toda Europa por esas ideas
estrafalarias que el Kaiser Guillermo II y los altos oficiales militares
germanos le estuvieron metiendo en la cabeza a cabos y soldados de bajo
rango como Hitler, más que hablar de “la amenaza amarilla”, deberíamos
estar hablando de “la amenaza aria”, invirtiendo los papeles sin caer en
revisionismos históricos. Y no olvidemos que el gobierno imperial chino
fué puesto de rodillas por las infames guerras del opio emprendidas por la Gran Bretaña para forzar a China a tolerar el comercio del opio dentro de China, convirtiendo a toda una nación con una tradición cultural milenaria (que le dió al mundo la seda, la porcelana, el papel moneda, la pólvora y la brújula
que posibilitó la navegación que condujo al descubrimiento de América)
en una nación de farmacodependientes. ¿Quiénes, entonces, resultaron ser
a fin de cuentas la verdadera amenaza para sus vecinos en el planeta
Tierra?
Si hemos de
hablar de irresponsabilidad total tanto en la política interior como en
la política exterior en lugar de hablar de la China comunista sólo
tenemos que voltear los ojos hacia México en donde la extrema derecha a
través de sus infiltrados dentro del PAN ya tuvo tiempo más que
suficiente para demostrarle a los mexicanos y al mundo entero que ellos
estaban en la razón y en lo cierto cuando afirmaban que el comunismo
“sólo produce esclavos” mientras que todo aquello que pregonaban sus
economistas “estrella” como Luis Pazos (militante reconocido del MURO,
otra sociedad secreta de la ultraderecha mexicana precursora de la
Organización Nacional del Yunque auspiciada en su fundación por los
Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara) conduciría a México por
un sendero glorioso lleno de prosperidad y felicidad para todos. Tras
10 dolorosos años de un PAN-Gobierno derechista-ultraderechista, el
veredicto ya está prácticamente dado. Por principio de cuentas, al
cerrar el 2010 México totalizaba ya más de 10 mil cadáveres empezando el
2011 con más estadísticas negras producto de la guerra de legitimación
que Felipe Calderón desató al inmiscuír directamente al Ejército
mexicano en el combate al narcotráfico, con un total de más de 30 mil
cadáveres acumulados en sus cuatro años de gobierno. Y México podía
presumir ya tener en su territorio al narcotraficante más poderoso de
América, Joaquín Guzmán Loera alias “El Chapo”, cuyo nombre aparece en
la lista Forbes de los hombres más ricos del mundo. En contraste, en
China no tienen ni remotamente acumulados anualmente una cifra de 10 mil
cadáveres como la que tiene México bajo el PAN-Gobierno. Y ciertamente
no tienen mafias del crimen organizado como las que operan en México ni
tienen narcotraficantes del calibre del Chapo Guzmán, del Mayo Zambada,
de Vicente Carrillo Fuentes, de los Arellano Félix, de “La Tuta” y el
“JJ”, por la simple y sencilla razón de que en los países con regímenes
comunistas (por ejemplo, Cuba) estas mafias criminales no pueden operar,
siendo castigado este tipo de delitos con la pena de muerte.
Y
en el México co-gobernado por el PAN y el Yunque, la economía lejos de
estar en vías de convertir al país en una superpotencia mundial como
ocurre con China, tras 6 años de estancamiento con Vicente Fox los 4
años de Felipe Calderón han resultado ser un verdadero desastre, y esto
lo sabe cualquier mexicano de clase baja, clase media, o inclusive clase
media alta, habiendo aumentado la brecha entre pobres y ricos hasta
niveles francamente intolerables. El pretexto favorito de la
ultraderecha para responder a estas acusaciones ha sido argumentar que
el descalabro económico bajo la administración de Felipe Calderón se
debió a la crisis económica mundial. Supongamos que este argumento sea
cierto. Pero entonces, ¿cómo explican el auge económico brasileño en los
ocho años que el país estuvo gobernado por el socialista Luis Inacio
Lula da Silva que tuvo la oportunidad de poder aplicar muchas de las
mismas políticas socialistas de izquierda que Andrés Manuel López
Obrador quería aplicar en México pero no pudo por la virtual imposición
de Felipe Calderón? A diferencia de lo que ocurrió en México, en Brasil
en vez de quedarse cruzados de brazos echándole la culpa “a la crisis
económica mundial permitiendo con tal pretexto que la economía brasileña
se hundiera, el país salió adelante y creció pese a la crisis económica mundial. Y de este modo, mientras China y Brasil crecieron notablemente, México se hundió.
Actualmente,
el México cogobernado por la infernal dupla derecha-ultraderecha es el
más grande exportador de gente, principalmente hacia los Estados Unidos,
a grado tal que ya se ha creado una palabra nueva para describir el
fenómeno, Méxodo, porque
centenares de millares de mexicanos ya decidieron que no quieren seguir
viviendo en “el paraíso” que le ha sido impuesto por lo que debe ser
calificado como una de las peores conspiraciones urdidas desde las
sombras en contra de toda una Nación a merced de gente amoral, abusiva, y
exageradamente ambiciosa que no sería tolerada en ningún otro país del
mundo; ciertamente no ni en China, ni en Brasil, ni en Cuba.
Además
de ser China un país pujante que está en vías de convertirse en la
primera potencia mundial, su presencia en la actualidad también sirve
para desbancar otros mitos estrafalarios que le ha inventado la extrema
derecha mexicana al comunismo, siendo uno de ellos el supuesto de que el
comunismo por ser oficialmente ateo tiene como principal objetivo la
destrucción de todo vestigio de religión. Sin embargo, si esto fuese
realmente cierto, estaría totalmente prohibida la práctica en la
actualidad en China de cualquier tipo de religiones, entre ellas la
religión musulmana y la religión católica. Si una preocupación del
comunismo hubiese sido la destrucción total de todo vestigio de
religión, incluyendo todo vestigio del cristianismo, el comunismo
soviético tanto bajo Stalin como después de Stalin no habría vacilado un
solo momento para destruír en su totalidad no sólo la emblemática catedral de San Basilio
administrada por la Iglesia Ortodoxa, situada justo a un lado del
Kremlin, sino todos, absolutamente todos los templos religiosos,
incluyendo las mezquitas musulmanas que había dentro de la Unión
Soviética, teniendo en sus manos la facultad y el poderío del Estado
soviético para hacerlo. Inclusive en Cuba, si Fidel Castro hubiera
acabado con todo vestigio de la religión católica en la isla de Cuba
como lo denunciaba en su contra la ultraderecha mexicana, el Papa Juan
Pablo II no habría podido visitar Cuba
del 21 al 25 de enero de 1998 ni habría podido llevar a cabo la
Eucaristía simple y sencillamente porque no habría quedado rastro alguno
de la Iglesia Católica en Cuba para visitar. En cambio, la intolerante
España católica en los tiempos de Fernando II e Isabel la Católica no
tuvo empacho alguno en expulsar de España primero a los practicantes de la fé judía llevando a cabo tras esto la expulsión de los moros practicantes de la religión musulmanta, e inclusive yéndose en contra de los mismos Jesuitas ordenando la expulsión de la Compañía de Jesús (fundada por San Ignacio de Loyola)
de la península ibérica; y no conformes con esto enviaron hasta el otro
lado del recién descubierto nuevo mundo a sus
Conquistadores-saqueadores encabezados por los militares genocidas Hernán Cortés y Francisco Pizarro
amén de otros sinvergüenzas codiciosos sedientos de oro y plata para
invadir el continente y destruír en su totalidad todos los vestigios de
las religiones que practicaban los nativos de América como los aztecas y
los mayas. Resulta interesante que esta misma España intolerante y
destructora de las creencias religiosas de otros al grado de cobijar a
una “Santa” Inquisición para poder llevar a cabo su labor de destrucción
de una manera más eficiente recurriendo a todo tipo de instrumentos de
tortura (que Jesús y sus Apóstoles jamás autorizaron)
es la misma España glorificada en la literatura de ultraderecha enviada
desde España por el dictador fascista pro-Nazi Francisco Franco. Tal
vez, cuando los intolerantes ultraderechistas de México acusan al
comunismo de ser un destructor de la fé religiosa, es porque sin darse
cuenta se están viendo ellos mismos en el espejo aunque no se hayan dado
cuenta.
Al mismo tiempo
que México se encuentra virtualmente doblegado ante el gobierno
norteamericano pidiéndole limosnas como la Iniciativa Mérida que no
alcanzan para cubrir ni remotamente los costos astronómicos que ha
ocasionado la guerra de legitimación de Felipe Calderón contra el narcotráfico, el siguiente editorial resulta sumamente ilustrativo:
La impresionante China: ¿Un nuevo polo mundial?
Orlando Delgado Selley
Agencia APRO
21 de enero del 2011
Hu Jintao, el presidente de la República Popular China, llegó a Estados Unidos, en visita oficial, como una celebridad de gran calibre. Y así fue atendido y tratado en cada uno de los actos oficiales y encuentros que sostuvo con legisladores, empresarios y líderes políticos hasta este viernes, cuando concluyó su visita.
Y es que no era para menos. Se trataba del jefe de gobierno de un país que tiene capacidades únicas y que ha deslumbrado al mundo. Hace apenas unos días Hu dijo a los periódicos insignia de Estados Unidos, The Washington Post y The Wall Street Journal: “Ambos países tenemos mucho que ganar de unas buenas relaciones y mucho qué perder de la confrontación”.
Al buen entendedor, pocas palabras. El creciente peso económico de China le ha dado una relevancia política extraordinaria. No sólo es la segunda economía del mundo, sino la primera nación exportadora y una enorme importadora.
En un reciente artículo publicado en la revista del Fondo Monetario Internacional, Finanzas y Desarrollo, de diciembre de 2010, se señala que el alto ritmo de crecimiento, logrado desde las reformas económicas y políticas de finales de los años setenta, le ha permitido a China duplicar su economía cada 7-8 años, al tiempo que ha multiplicado 16 veces su ingreso nacional en el tiempo de vida de una generación, lo que no tiene precedente histórico.
Su enorme población, más de mil 300 millones de habitantes, que representa la quinta parte del total mundial, hace que este logro sea asombroso. Cerca de 400 millones de chinos salieron de la pobreza como resultado de este esfuerzo. Además, su expansión económica hace apenas unas décadas impactaba solamente a sus vecinos, pero actualmente afecta al mundo entero.
Esta influencia se ha expandido también al mundo financiero. China, con base en sus enormes excedentes comerciales, ha establecido una estrategia de inversión, que primero adquirió bonos gubernamentales del Tesoro de Estados Unidos, luego compró papel de empresas presupuestalmente controladas por el gobierno estadounidense, se movió a emisiones de deuda de otros gobiernos y llegó incluso a plantearse invertir en derivados y papeles representativos de los títulos de vehículos de inversión estructurada.
Se cuenta que el presidente y el vicepresidente del Banco Central Chino reunieron un grupo de economistas de la Universidad de Pekin, a quienes preguntaron sobre el riesgo de invertir en derivados, conduits, estructuras complejas y otras innovaciones financieras.
Ante el desconocimiento de la naturaleza del riesgo de esos instrumentos, se ordenó una investigación que concluyó señalando que el valor de los nuevos productos financieros que circulaban en el mundo podía entenderse si se ordenaban decenas de espejos ligeramente inclinados, para que la vista pudiera recorrerlos.
Al final la lejana imagen era imprecisa. Así era el valor que respaldaba esos instrumentos y, en consecuencia, el riesgo no era medible.
Los funcionarios chinos decidieron no invertir en eso y se mantuvieron en papeles menos complejos que, por supuesto, ofrecían menores rendimientos. De modo que la debacle financiera de 2008 a ellos no sólo no les afectó, sino que incrementaron sensiblemente su capacidad de inversión en los mercados globales.
Según The Financial Times, entre 2008 y 2010, justo en el epicentro de la crisis financiera, China prestó a países en desarrollo 110 mil millones de dólares, por supuesto más que Estados Unidos e incluso más que el Banco Mundial.
China se ha convertido en el banquero del mundo. Un prestamista que compra deuda de Grecia, Portugal, Irlanda y España en el mercado secundario. Lo hace, además, en momentos decisivos.
Frente a los ataques de mercados a gobiernos europeos, los chinos compran y calman la situación, lo que venden como apoyo a los gobiernos de los países en cuestión. Aprovechan las presiones que han elevado la tasa que pagan las emisiones de deuda soberana, de modo que obtienen rendimientos elevados, muy por encima de los que obtendrían comprando bonos del Tesoro estadounidense.
Así que el apoyo les reditúa. La crisis europea les ha ayudado a diversificar su portafolio, reduciendo su tenencia de papeles de Estados Unidos. Además, cuando anuncian apoyos en el mercado de capitales a gobiernos apurados, aprovechan para conseguir contratos en los que aparece que anuncian inversión china directa en sectores fundamentales para garantizar sus abastecimientos a mediano y largo plazo.
En Grecia están invirtiendo cantidades exorbitantes en la compra de activos en el puerto de El Pireo; en Irlanda también han abierto la cartera. A España llegarán los poderosos banqueros chinos.
En 2004 las inversiones chinas en el mundo ni pintaban. En 2009 llegaron a 4% del total mundial. En 2010 aumentaron a 5% y en este 2011 seguramente crecerán hasta 7% u 8%, coinciden análisis internacionales.
Esta capacidad de inversión directa hace de China un jugador económico muy relevante y le permite ser un actor político decisivo. La pasada reunión del G 20 atestiguó que si China no acepta, no hay acuerdo en ese grupo. Probablemente tampoco tenga la capacidad para imponer sus puntos de vista, pero su capacidad de veto es indudable.
Así que esta potencia emergente no sólo es ya un protagonista fundamental en el escenario mundial, es un nuevo polo mundial. Ha aprendido de Occidente la manera de hacer negocios, pero tiene otra cultura.
Sus valores políticos no son los de la democracia occidental, su organización política con un partido único es diferente. Tiene, por supuesto, pesadas culpas: lejanas algunas, como lo ocurrido durante la revolución cultural, cercanas otras, como la represión en Tiananmen a una manifestación pacífica.
Por eso ha detenido y mantiene en prisión a disidentes que han reclamado, con razón, que China adopte valores universales de tolerancia y respeto, incluso valores democráticos. Ese es su talón de Aquiles.
Y en su visita a Estados Unidos, algunos así se lo reclamaron a Hu Jintao. Pero esas críticas y esos reclamos en nada empañaron la cortesía.
Estados Unidos no está para darle malos tratos a los chinos, y menos ahora que tanto necesita de ellos, pues su economía –que es un tercio de la de EU-- está creciendo a un ritmo entre dos y tres veces más rápido que la estadounidense.
Estados Unidos ha hecho todo lo que está a su alcance, en materia fiscal y monetaria, para echar a andar su economía. Pero ésta se recupera lentamente, y el empleo, peor aún, avanza a paso de tortuga.
Es sintomático que uno de los primeros acuerdos entre Hu y Obama haya sido la firma de contratos de inversión china en EU –incluidos unos 19 mil millones de dólares en Chicago para la compra de 200 aviones Boeing--, que podrán generar más de 235 mil empleos.
No hay duda, pues, que China está ya en las grandes ligas de la economía y la política internacionales.
Visto
a distancia, todas las mofas propagandísticas formuladas en el pasado
por la extrema derecha mexicana en contra de la China comunista no le
sirven hoy a los chinos ni siquiera para papel sanitario, y hoy por hoy
los chinos son los que se pueden carcajear a mandíbula batiente del
partido fantoche que gobierna a México al ver al otrora promisorio país
latinoamericano hundirse en el barranco bajo la guía encubierta del
Yunque y sus cómplices, diciéndoles desde el otro lado del mundo: “Así
que para esto querían llegar al poder en México, así que para ello
dieron un virtual golpe de Estado en el 2006 imponiendo como su títere a
Felipe Calderón con la ayuda y la complicidad de los poderes fácticos.
Ja ja ja”.
La siguiente
analista manifiesta una opinión pesimista con respecto a las
perspectivas futuras de un México aferrado al modelo económico
neoliberal a ultranza abrazado por quienes están gobernando a México
tanto los visibles como los invisibles:
Cambio al modelo económico: Marcos Chávez
Irma Ortiz
Revista Siempre!
23 de enero del 2011
El ambiente de violencia que vive el país —además del fenómeno del narco— muestra la grave descomposición del tejido social. Si no se da un cambio en la estrategia o en el modelo económico como lo han hecho otros países entraremos a etapas irreversibles, asegura el especialista económico Marcos Chávez, quien analiza los porqués de la inflación y sus repercusiones sociales.
Más inflación, más aumentos
Observamos hoy una burbuja inflacionaria. Habrá que esperar para ver si se perfila una tendencia ascendente en los precios o si sólo es producto de los ajustes dados a principios de año. Los aumentos son estimulados por incrementos en bienes y servicios controlados por el sector público, ajustes que se dan por encima del aumento a salarios porcentualmente hablando y son: gasolina, gas, impuestos, tenencias, electricidad, agua.
Si vemos atrás, en los gobiernos panistas se han incrementado los precios por arriba de la tasa promedio de la inflación, de los índices promedio de los precios al consumidor que afectan la canasta básica, ubicada por arriba del índice general de precios de la economía. Situación similar a la que el gobierno aplicó en los años 80 y se conocía como inflación inercial, ajustes permanentes con impacto en la cadena productiva.
Esto tiene dos efectos por la vía de costos de las empresas, donde los empresarios tienen dos opciones: una, asumirlos para no aumentar los precios finales y reducir su tasa de ganancia o la otra —que es la que aplican—, transferir el aumento de costos a precios finales para que sean los consumidores quienes paguen los aumentos.
Tan sólo los aumentos de gasolinas, pasajes de transportes, el precio de la tortilla o la electricidad, anularon el aumento de alrededor de dos pesos que en un trimestre no sólo lo superarán, sino también afectarán los salarios contractuales que se ubican en alrededor de 1 o 2 puntos por arriba del aumento de los mínimos y, en este caso, va a ser alrededor de 5, 6 por ciento. Todos vamos a perder.
Durante el sexenio calderonista los salarios han perdido poder de compra y es más agudo si se mide con la canasta básica. El primer elemento es producto de los aumentos decretados por el gobierno. Los monetaristas criticaron al gobierno por la expansión del gasto público generador de la inflación y por ello impulsaron el equilibrio fiscal.
Sin embargo, ahora no es por esa situación, sino por ajustes de precios que no tienen justificación en términos reales, pero siempre se buscan argumentos para acreditarlos.
Aumentos a gasolinas
En el caso de las gasolinas, el gobierno siempre decía que eran más bajos con relación a Estados Unidos y hoy están al mismo nivel e incluso algunos por arriba como la premium. Se arguye que es un precio menor comparado con países europeos, mañana dirán que son menores a los de Asia. Es una coraza para justificar aumentos que en el caso de Europa se debe a que son importadores netos de petróleo, salvo el caso de Gran Bretaña o Noruega.
México es productor pero paga las consecuencias de una pésima política energética en el sentido del castigo que se le da al desarrollo de la industria petrolera justificado por la reprivatización del sector; ¿y la refinería en Tula?, no lo han hecho, entre otras cosas por denuncias de la corrupción de Pemex en el manejo de operaciones internacionales. Uno de los graves problemas y que el Congreso no ha investigado —por razones políticas— es que en Pemex se han creado una serie de empresas que se presentan como si fueran privadas —aunque tienen capital de la paraestatal— para evitar el escrutinio de la Auditoría Superior. Hay presunción de corrupción, de negocios privados.
Especulación internacional
Si se revisa la información internacional, empresas como Goldman recomiendan —dada la escasa expectativa de crecimiento o bajas en países sobre todo industrializados— se estimule la inversión financiera especulativa en los famosos commodities en los mercados de futuro. Eso explica en parte el aumento de los precios internacionales de hidrocarburos y alimentos.
Hay otros factores, el fenómeno es perceptible como lo ha señalado la FAO, el Banco Mundial y se manifestó a partir del segundo semestre de 2010 con una tendencia hacia arriba en parte especulativa y en parte por factores como la inestabilidad climatológica que afecta la producción de granos básicos, de cereales en Rusia y otros países.
Se da una paradoja, en Europa en los países industrializados hay una permanencia de la crisis que no ha sido superada todavía con una tendencia de bajos precios, producto de la caída de la demanda, mientras que en México, Argentina o Venezuela hay una situación contraria.
Nuestro país no está en una fase de crecimiento. Es una simple reactivación técnica, pero con “presiones inflacionarias”, porque está la discusión de cuál es el nivel de precios considerado socialmente necesario combinado con una expansión de la economía.
En Argentina hay un nivel de inflación de poco más de 10 puntos porcentuales y, sin embargo, aumenta a una tasa anual desde 2003 a la fecha —salvo el 2009 por efecto de la crisis— entre 8 y 9 por ciento. Hay una disminución de la tasa de desempleo abierto. Argentina desde 2006 a 2010 acumula el mejor aumento de los salarios reales promedio que es casi de 30 por ciento y hay una reducción de la pobreza.
En México tenemos presiones inflacionarias tanto por el sector público como por privado. La paradoja aquí y que hace un panorama más sombrío es que se da la presión de precios cuando el tipo de cambio cae, la lógica sería que se daría una reducción de precios de productos importados o no se diera la presión inflacionaria. Si empezara a darse una reversión de los flujos de capital especulativos que ingresan al país desde el segundo semestre de 2009 a la fecha y se elevara temporalmente el tipo de cambio vamos a tener presiones inflacionarias más fuertes.
¿Dónde está la paradoja? Tenemos precios determinados por el tipo de cambio pero, sobre todo, por la política neoliberal con la apertura indiscriminada de la economía. El país importa en promedio alrededor del 30 por ciento de bienes de consumo básico como maíz, trigo, cárnicos. Su oferta es de 30 por ciento en promedio a un poco más o menos que viene del mercado internacional e implica que cuando los precios fueron bajos desplazaron a los productores nacionales.
Hoy tenemos problemas de abasto, productores nacionales incapaces de satisfacer el mercado interno y una economía abierta que tiene que importar bienes a mayores precios en el mercado internacional.
Descomposición del tejido social
El gobierno y los empresarios aplican el mismo criterio que se utiliza desde 1983 a la fecha. La reducción de los costos de las empresas y como mecanismo de atracción de la inversión extranjera directa a través de la imposición o control de los salarios bajos que se ubican por debajo de la inflación. Se fijan de acuerdo a la inflación esperada, pero no a la alcanzada y de 1980 a la fecha. La inflación alcanzada ha superado —salvo uno o dos años que ha sido igual— a los aumentos salariales. Eso implica la pérdida del poder de compra de la población en términos del índice de precios al consumidor. Los salarios mínimos han perdido alrededor del 78 por ciento en relación a 1976 cuando fue su máximo histórico y si se mide con la canasta básica es de poco más.
Alrededor de la mitad de los trabajadores ocupados ganan hasta 3 salarios mínimos, insuficientes para adquirir la canasta básica y los ubica en los niveles de la pobreza y la miseria. Poco más del 80 por ciento gana hasta 5 veces el salario mínimo, también es insuficiente para adquirir la canasta básica. El control de salarios para reducir costos y mejorar la productividad ha sido a costa del empobrecimiento y la creciente miseria en el país. Eso explica en gran parte los altos niveles de violencia que enfrenta el país, tanto asociado al narcotráfico.
Curiosamente los narcotraficantes hoy pagan mejor que muchos empresarios. Hay otro elemento adicional que no tiene que ver con el narcotráfico y es el ambiente de violencia que se vive en el país que, a mi juicio, es manifestación del avanzado grado de descomposición del tejido social del país que, a menos que se modifique la estrategia o modelo económico, ya es irreversible. Entramos en etapas realmente complicadas.
Mercado interno
El estancamiento del mercado interno, la supuesta recuperación económica que descansa en sectores asociados con el mercado estadounidense —exportaciones petroleras, la industria automotriz y electrónica— es donde se concentra la mayor parte de la dinámica económica actual que representa cerca del 50 por ciento de las exportaciones del país. En cambio, el resto de las actividades productivas orientadas en el mercado interno que tienen un comportamiento que oscila en una modesta recuperación, el estancamiento o la parálisis.
Hablo de una economía dual. La expansión de las exportadoras no tiene grandes efectos sobre la cadena productiva, porque por cada dólar que exportan, importan cuando menos un dólar o más de uno. Eso explica en parte el déficit comercial y dado que importan los componentes de los productos que se van a exportar, los efectos multiplicadores en términos de demanda de insumos, de materias primas unidades intermedias o de empleo no se quedan en el país, sino van al mercado internacional lo que nos lleva a la insuficiencia del empleo en el país y la precariedad de las plazas.
El gobierno
Están convencidos de que su estrategia es la adecuada, ya se podía considerar como una situación patológicamente suicida.
Los países que muestran un mejor desempeño en América Latina —en lo que va del siglo— son los que abandonaron o ajustaron el modelo económico, hablo de Brasil y, en menor medida, de Chile. Ejemplo de los ajustes han sido Argentina o inclusive Ecuador y Bolivia. Venezuela lleva dos años en recesión y apenas empezaría a reactivarse.
México tiene gran similitud con países con grandes problemas por mantener el modelo como Colombia con problemas similares a los nuestros en términos de violencia, narcotráfico o de Perú. La cuestión aquí es que el gobierno ha decidido no cambiar el modelo económico, aplica una política económica centrada en un tipo de cambio sobrevaluado que es ancla de los precios. Aplica la misma táctica centrada en el control de la inflación y no hay una estrategia de crecimiento ni de creación de empleo.
Capitales especulativos
El crédito bancario es hasta 3 o 4 veces superior al que se cobra en Estados Unidos, por eso están llegando los capitales especulativos, comparadas las tasas de interés que se pagan aquí, son mayores a las que abonan en Estados Unidos —prácticamente de cero por ciento. ¿Qué hacen los inversionistas?, toman un crédito casi regalado y lo llevan a países como México o Brasil que pagan altas tasas de interés, especulan. Es la política gubernamental que premia la inversión especulativo-financiera sobre la productiva. Mientras no se cambie el modelo va a seguir dándose el estancamiento y se van a presentar los problemas sociales.
Vimos los efectos en Bolivia, donde Evo aplicó un aumento desmesurado de precios en energéticos y generó la protesta social. También está el caso de Túnez y ese quizás pueda ser nuestro futuro. Podemos esperar manifestaciones, incremento de la delincuencia no sólo asociada al narco. El problema está en que las autoridades aplican un modelo económico excluyente que agrava los problemas y que también es responsabilidad del Congreso de la Unión.
El
principal problema de cualquier país gobernado por grupúsculos que se
aferran a dogmas anacrónicos es que los cambios necesarios para corregir
políticas económicas, políticas y sociales que están llevando a un país
al barranco no se dan, y punto, y lejos de corregir el rumbo se aferran
más y más a sus dogmatismos con declaraciones oficialistas pomposas
inmortalizadas en frases de propaganda tales como “vamos por el camino correcto
” aunque mientras tanto el país continúe hundiéndose. Es así como
México ha llegado a la aberrante paradoja de tener un gobierno rico y un
pueblo pobre (para fines del 2010, el gobierno de México tenía
acumuladas reservas internacionales
sumando un total de ¡$111,886 millones de dólares!, llamadas por varios
economistas como “las reservas inútiles” por estar depositadas en su
mayor parte en Bonos de la Tesorería de los Estados Unidos percibiendo
intereses ridículos que no sirven ni siquiera para compensar el
deterioro causado por los efectos acumulados de la inflación).
Los
chinos, al igual que los brasileños, tuvieron la buena suerte de no
estar gobernados por poderes fácticos tales como el Yunque y TELEVISA, y
hoy están disfrutando las mieles de su buena suerte. En cambio,
México...
Y mientras que
en China el gobierno le ha dado a sus ciudadanos un país del que pueden
estar orgullosos, en México la ultraderecha Yunquista enquistada dentro
del PAN-Gobierno le ha dado a más de 10 mexicanos todas las razones del
mundo para largarse a los Estados Unidos sin intenciones de volver a
México excepto para visitar a sus familiares en temporadas decembrinas, y
posiblemente se irían muchos más del país si el ingreso legal a los
Estados Unidos no se hubiera endurecido.
Se aclara aquí que Spectator nunca ha sido partidario ni del comunismo al estilo Corea del Norte ni del marxismo a ultranza como el que se practicó en la Unión Soviética,por muchas que hayan sido las ventajas que pudiera haber tenido, porque históricamente hablando esa receta no funcionó, al igual que el neoliberalismo económico a ultranza abrazado por la ultraderecha a través de sus “inspirados” anacoretas como Luis Pazos, los cuales se rehusan a reconocer sus garrafales errores de juicio y de ideología pese a que el veredicto histórico en contra de ellos ya está prácticamente dado con todo lo que ha ocurrido en México, país que a diferencia de la China comunista nunca podrá llegar a ser ni siquiera una mediana potencia en Latinoamérica como alguna vez lo fue, al menos no mientras cargue sobre sus espaldas con un gobierno infiltrado por grupos poderosos y radicales como la Organización Nacional del Yunque (la cual dicho sea de paso aunque actúa con una secrecía que se asemeja la secrecía de las fraternidades masónicas no puede ser clasificada como una especie de masonería porque en ninguna de las fraternidades masónicas del mundo entero han tenido fuerzas de choque conformadas por hordas de disciplinados militantes unidos por los actos criminales que se les ordena cometer).
Se aclara aquí que Spectator nunca ha sido partidario ni del comunismo al estilo Corea del Norte ni del marxismo a ultranza como el que se practicó en la Unión Soviética,por muchas que hayan sido las ventajas que pudiera haber tenido, porque históricamente hablando esa receta no funcionó, al igual que el neoliberalismo económico a ultranza abrazado por la ultraderecha a través de sus “inspirados” anacoretas como Luis Pazos, los cuales se rehusan a reconocer sus garrafales errores de juicio y de ideología pese a que el veredicto histórico en contra de ellos ya está prácticamente dado con todo lo que ha ocurrido en México, país que a diferencia de la China comunista nunca podrá llegar a ser ni siquiera una mediana potencia en Latinoamérica como alguna vez lo fue, al menos no mientras cargue sobre sus espaldas con un gobierno infiltrado por grupos poderosos y radicales como la Organización Nacional del Yunque (la cual dicho sea de paso aunque actúa con una secrecía que se asemeja la secrecía de las fraternidades masónicas no puede ser clasificada como una especie de masonería porque en ninguna de las fraternidades masónicas del mundo entero han tenido fuerzas de choque conformadas por hordas de disciplinados militantes unidos por los actos criminales que se les ordena cometer).
La
China comunista tuvo la oportunidad de demostrarle al mundo de lo que
realmente está hecha durante las Olimpiadas celebradas en el 2008
sobreponiéndose a un devastador y doloroso terremoto, de lo cual dan fé las siguientes fotografías de las ceremonias de clausura:
Al igual que la China comunista, México fue también el anfitrión de los Juegos Olímpicos. Esto ocurrió en 1968. Y también tuvo su tragedia que precedió -por un lapso de diez días- la celebración de dichas olimpiadas. Pero a diferencia de las olimpiadas llevadas a cabo en la China comunista, en donde la tragedia fue un producto de la Naturaleza, en México la tragedia fue una tragedia creada por el hombre, o mejor dicho, instigada por aquellos que en su paranoia ultraderechista estuvieron acusando al movimiento estudiantil de ser “una confabulación al servicio de la gran conspiración judía masónica comunista”. 43 años después, nadie, ni siquiera los mismos instigadores de la masacre, han presentado una sola prueba de que el movimiento estudiantil de 1968 hubiera sido parte de algún gran complot que tuviera la intención de instalar un régimen comunista en México (como el que hay en China); aunque de cualquier modo los instigadores jamás se han arrepentido de toda la sangre que fue derramada en Tlatelolco por culpa de ellos, de todas las vidas que se perdieron. El único complot con el que siempre han estado de acuerdo estos instigadores es el que tiene como objetivo no la instalación de un régimen comunista en México sino la instalación de un gobierno paralelo secreto controlado por ellos recurriendo a una masonería a la inversa pero mil veces peor, siendo esta otra de las razones por las cuales detestan a la China comunista, porque en la China comunista el Estado no está dispuesto a tolerar la creación de sociedades secretas fanáticas que laborando en la clandestinidad estén conspirando noche y día para apoderarse del gobierno para terminar destruyendo a fin de cuentas lo que a los chinos les ha costado tanto trabajo construír; en la China comunista no están dispuestos a tolerar una Organización Nacional del Yunque y mucho menos una amenaza como la sociedad Tecos de la Universidad Autónoma de Guadalajara. Y mientras tanto, la China comunista seguirá subiendo, y México continuará cayendo bajo los efectos de la ley de la gravedad.
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